Lo que una jugada puede cambiar el partido. El Barcelona se ha proclamado campeón de la Liga de Campeones, la quinta en su hsitoria, tras vencer por 1-2 a la Juventus de Turín. Ivan Rakitic logró un gol tempranero y Álvaro Morata consiguió el empate en los primeros compases de la segunda mitad. No obstante, la clave de la final en el Estadio Olímpico de Berlín estuvo en un penalti sobre Pogba que el árbitro no señaló y en la jugada justo posterior que terminó en el tanto de Luis Suárez que resultó ganador.
Luis Enrique planteó el partido con el cerebro y Massimiliano Allegri, con el músculo. La baja de Chiellini obligó al entrenador italiano a renunciar a una defensa con tres centrales, con la que hubiera pretendido atar a la 'MSN', aunque pronto vio que el equipo azulgrana es mucho más que Messi o el tridente. Fue con un gol culé tempranero y de mérito coral. La 'Pulga', Jordi Alba y Neymar cocinaron una jugada a la que Iniesta se incorporó para servirle el centro en bandeja a Ivan Rakitic, que disparó para que el balón superara a Buffon.
Fue el inicio de un cuarto de hora de gran intensidad, tanto del Barcelona en ataque como de la Juventus para frenar las ocasiones, lo que tuvo su reflejo en Vidal, que vio una primera tarjeta amarilla tras una dura entrada sobre Busquets y se jugó otra después en otra falta sobre Messi.
Neymar lideró las ocasiones del conjunto culé, primero con un disparo que le fue rozando el larguero, justo después de que Vidal hubiera tenido la misma suerte, y después con un centro de Messi al que no llegó por poco. Eso sí, el primer paradón de Buffon fue para detener un disparo de Alves con el que ya se cantaba gol.
El Barcelona fue bajando su presión con el paso de los minutos y la Juventus tomó entonces la iniciativa con un Morata especialmente activo y que tuvo una buena ocasión en el minuto 24 con un zurdazo que se fue mordiendo el palo. Y Marchisio pudo haber logrado justo después el empate con otro remate que se fue por encima del larguero.
Se entró después en un período en el que el juego transcurrió en el centro del campo, sin grandes ocasiones y buscando los huecos por parte de los dos equipos hasta el descanso, aunque antes, en el minuto 40, Suárez pudo haber encarrilado más la final con un disparo que se fue por poco a la derecha de la portería y, sobre todo, con un disparo en la siguiente jugada en la que Buffon volvió a ejercer de salvador.