El Girona hizo historia este domingo ganado por primera vez en San Mamés, donde se impuso por 2-3 y logró también sus primeros tantos en La Catedral, en un partido que ya dominaba por 1-3 al descanso y que le complicó una diana de Raúl García en el minuto 89 con los locales volcados sobre el área visitante.
El anuncio de la lesión de Nico Williams poco antes del comienzo del choque ya avanzaba un día negro para el Athletic, que completó uno de los peores primeros tiempos que se le recuerda en San Mamés.
Sobre todo en defensa, donde estuvo desordenado y falto de la intensidad que acostumbra. Hasta el punto de que recibió tres goles, pudieron ser algunos más y dos ellos se los marcaron en propia puerta Oscar de Marcos y Mikel Vesga. Dos de los hombres de mayor confianza de Ernesto Valverde. Para colmo, al Athletic se le lesionó el portero titular, Unai Simón, el segundo mundialista rojiblanco que caía en pocas horas.
Aunque mucha culpa del desastre de los locales era del juego visitante, ya que los de Míchel Sánchez bordaban algunas acciones. Como la que originó el primer tanto, una combinación entre hasta seis jugadores del Girona que no fue ni encimada por los rojiblancos y que terminó en un disparo de Aleix García a la escuadra derecha de la meta de Simón, tras recibir de Tsygankov.
Encadenaron los de Valverde un par de centros muy peligrosos de Sancet y Williams, que no encontraron rematador, pero el choque volvió a volcarse hacia el área de Simón. Donde el Athletic vivió dos minutos desastrosos que cerraron el gol en propia puerta de De Marcos al intentar despejar un cabezazo tras córner de Castellanos.
En los segundos anteriores, Riquelme había generado dos buenas ocasiones y Castellanos se encontró con una espléndida mano de Simón a un remate a bocajarro tras cortar un pase de Vesga en el área pequeña propia.
Intentó recomponerse el Athletic, pero solo encontró la insistencia y el arrojo de Berenguer, que no quería darse por vencido, y un tanto de Williams en el segundo palo anulado por un fuera de juego que el VAR ratificó. Pero ese primer tanto llegó con una disparo marca de la casa desde la frontal de Yuri, que había recibido de Muniain.
Cuando lo que más se esperaba era un asedio del Athletic tras el descanso, justo antes de llegar a ese parón Vesga puso el 1-3 en otra jugada desgraciada para su equipo en la que Paredes había despejado un centro a balón parado de Aleix García.
La segunda mitad fue un quiero y no puedo de un conjunto bilbaíno que no era capaz d cogerle el pulso al envite, aunque el gol de Raúl García, que aprovechó el lío en el que le metió Valery a Gazzaniga, abrió un asedio en el descuento que pudo fructificar en un nuevo tanto que supusiese el empate.
No llegó ese tercer tanto rojiblanco, el Girona se va feliz de Bilbao y el Athletic viajará esta semana a Pamplona, para medirse a Osasuna en la ida de semifinales de Copa, lamiéndose las muchas heridas sufridas en un domingo negro como pocos habrá tenido así en su historia