El Betis se adelantó pronto, con un buen tanto de Abde en un disparo lejano, pero apenas generó ocasiones de peligro, dejó abierto el choque y, con muy poco ataque, jugó con fuego en muchas fases del partido, lo que aprovechó el experimentado Copenhague para empatar con la pena máxima convertida a 13 minutos del final por el neerlandés Kevin Diks, a quien precisamente había derribado antes en el área Héctor Bellerín.
De entrada, el Copenhague, un asiduo de las competiciones europeas que no pasa por su mejor momento, mostró sus intenciones con una presión muy alta, lo que pareció sorprender al equipo español, hasta que el actual líder de la liga danesa sufrió un duro revés a los 7 minutos. Abde se hizo con un balón por el centro y, con un tiro con efecto muy lejano, batió al meta de las islas Bermudas Nathan Trott.
Con este duro golpe decreció el ímpetu inicial del equipo entrenado por Jacob Neestrup, ya que el Betis tuvo una fase de control del juego; eso sí, sin llegadas de peligro, como esperando a coger a contrapié al rival. Con todo, los daneses se repusieron y rondaron por el área local, pero fueron inoperantes en ataque y se fueron en desventaja al descanso.
El conjunto bético, aunque neutralizó bien al cuadro escandinavo, muy inocente arriba, apenas trenzó acciones de ataque e hizo lo justo para abrir el marcador, una dinámica de control que se mantuvo en la reanudación, aunque Pellegrini quiso buscar más ritmo y mordiente ofensiva al sacar en esta segunda mitad a Vitor Roque por Bakambu.
Los verdiblancos siguieron a medio gas, sin apretar para resolver la contienda, pero el Copenhague fue incapaz de generar peligro de verdad, sólo un tímido tiro en el 64, muy flojo, del delantero sueco Jordan Larsson, quien, en un triple cambio, había salido sobre la hora de juego junto con el exsevillista Thomas Delaney y el tunecino Elias Achouri.
El Betis pudo lograr el segundo a los 71 minutos por medio de Pablo Fornals, en un remate tras un buen centro de Ricardo Rodríguez, pero el meta bermudeño Nathan Trott salvó el gol con un paradón. Poco después llegó el mazazo para los sevillanos, que habían jugado demasiado con fuego al no buscar con más energía la sentencia.
A un cuarto de hora para el final, Bellerín, quien había entrado poco más de 10 minutos antes por Ruibal, derribó dentro del área al lateral Kevin Diks, tras una combinación con el 'gigante' danés Cornelius, y el neerlandés convirtió el penalti engañando a Adrián para empatar 1-1 y dejar una honda frustración y decepción a los aficionados de un Betis pusilánime y carente de una mayor ambición.