SEVILLA 1 - 1 OSASUNA

Budimir y Lukébakio firman tablas en el Pizjuán

Sevilla y Osasuna cerraron la decimoquinta jornada de LaLiga con un empate a uno gracias a los goles en la segunda parte del croata Ante Budimir y del belga Dodi Lukébakio, en un partido en el que los sevillistas tuvieron un mayor dominio, aunque no les sirvió para lograr el que hubiera sido su segundo triunfo seguido.

EFE

Madrid |

Budimir y Lukébakio firman tablas en el Pizjuán
Budimir y Lukébakio firman tablas en el Pizjuán | Agencia EFE

Tras adelantarse los navarros por medio de Budimir, que cabeceó un buen centro de Areso a los 69 minutos después de una mala primera mitad de Osasuna, Lukébakio, con un gran gol, neutralizó la renta visitante para dejar en el marcador una igualada que mantiene a los andaluces en la zona media y a los pamploneses a un punto de los puestos europeos. Se medían dos equipos exigidos, a priori por situaciones distintas. El Sevilla, en la zona media con 5 triunfos -cuatro en casa- y 18 puntos, a seis del sexto y a cinco del descenso, buscaba escalar puestos para mirar a Europa, un objetivo más ambicioso y habitual en este siglo para el equipo; y Osasuna aspiraba a consolidarse arriba y asentarse en la pelea por la zona europea.

El técnico sevillista, Xavi García Pimienta, repitió el once que, con un hombre más toda la segunda mitad, ganó con sufrimiento la pasada jornada al Rayo Vallecano (1-0) y dejó de salida en el banquillo a Saúl y al belga Idumbo, recién salidos de lesiones. Su homólogo en el cuadro navarro, Vicente Moreno, sólo presentó un cambio respecto al equipo que cedió en la prolongación un empate con el Villarreal (2-2), con el medio Iker Muñoz por el sancionado Lucas Torró. El duelo empezó con mucha igualdad y energía en ambos bandos, pero con poco fútbol y muchas imprecisiones, sobre todo por parte del conjunto andaluz, ante un equipo rojillo contemporizador, con un bloque muy físico y sólido, sin prisas y aguardando su momento. Aún así, el Sevilla asumió su rol de local llevando el peso del juego, pero sin remate.

El primero del partido llegó en el 17 y lo firmó Osasuna, muy centrado en abortar los tímidos intentos sevillistas y mantener el orden. Fue un tiro lejano de Bryan Zaragoza que despejó Álvaro, aunque replicaron con más peligro los locales en un buen centro de Isaac Romero que el suizo Sow mandó al lateral de la red en el ecuador de esta mitad. El Sevilla dominó la posesión, con el belga Sambi Lokonga entonado, apretó y buscó la garra y fuerza de Isaac. También sus movimientos cerca del área, como en una internada sin éxito, una acción de Peque y, sobre todo, un potente disparo del serbio Gudelj que Herrera desvió al filo del descanso, mientras Vicente Moreno se desesperaba en la banda ante la falta de ideas, la 'empanada' y la apatía de los suyos.

En la reanudación, Osasuna salió más despierto y elevó algo sus prestaciones después de un primer tiempo muy gris, de desgana. A los 10 minutos Moncayola desaprovechó una ocasión al despejar la zaga local su flojo disparo. La respuesta sevillista llegó con un cabezazo centrado del galo Badé y, en el 63, con un tiro ligeramente desviado de Lukébakio. El partido se abrió, con llegadas y alternativas en ambas áreas. Tras un gol anulado a Kike Salas por un fuera de juego previo de Isaac, Osasuna, que casi no había inquietado la meta de Álvaro Fernández, se adelantó con un buen cabezazo abajo del croata Ante Budimir a centro de Jesús Areso a los 69 minutos, pero la alegría le duró muy poco.

Y es que tres minutos después del noveno tanto del croata esta temporada, Dodi Lukébakio igualó al hacer bueno un magnífico pase en largo de Saúl, que había salido poco antes y reaparecía tras dos meses lesionado, para driblar al portero con un genial control con la derecha y fusilar a puerta vacía con la zurda. El belga logró el 1-1 con su sexto gol. De ahí al final, y tras entrar al campo Juanlu, Navas y el francés Agoumé por el Sevilla e Ibáñez, Bretones, Arnaiz -luego suplido por Peña al lesionarse- y Herrando por Osasuna, el sevillista se volcó sobre el área rojilla en una recta final en la que Budimir pudo marcar, pero salvó el gol Álvaro con una gran parada, si bien también lo pudo hacer Lukébakio evitándolo Sergio Herrera.