El Arsenal consiguió, con apuros, seguir el ritmo del Chelsea. A duras penas superó al West Bromwich (1-0) para evitar un adiós definitivo al título.
El conjunto de Arsene Wenger se topó una y otra vez con el meta visitante Ben Foster, el mejor de los forasteros.
Paró todo lo que le llegó menos la jugada que a nueve minutos del final decidió el partido y dio aire a los 'gunners'. Fue un remate de cabeza del francés Oliver Giroud a pase impecable del alemán Mesut Ozil.