El Celta dio un pase de gigante para certificar su permanencia otra temporada más en la primera división con la victoria en Balaídos ante el Villarreal (3-2), un partido condicionado por la temprana expulsión del visitante Santi Comesaña en el minuto 16 cuando su equipo mandaba en el marcador.
El Celta presentó muchas novedades en su equipo titular. Claudio Giráldez reforzó el centro de su defensa con Manquillo y Starfelt, colocó al canterano Damián en la zona de creación del mediocampo, Swedberg y Larsen acompañaron en ataque a Aspas.
La lluvia apareció en Balaídos para presenciar una hermosa primera mitad, un primer acto con ritmo, tres goles, una expulsión, una remontada y mucho jolgorio en la grada.
El Celta avisó con un peligroso tiro cruzado de Aspas nada más empezar el encuentro. La precisión que no tuvo el capitán celeste contrastó con el misil que, diez minutos después, inventó Alberto Moreno para marcar el primer gol. Era la primera llegada del Villarreal: Akhomach desbordó a Hugo Álvarez, desequilibró hacia su banda a la defensa y por el costado izquierdo apareció Alberto Moreno para marcar con un potente disparo cruzado.
Expulsión de Santi Comesaña por una dura falta a la altura de la rodilla de Swedberg
Unos minutos después llegó la jugada clave del partido: expulsión de Santi Comesaña por una dura falta a la altura de la rodilla de Swedberg. El VAR llamó a Soto Grado para que revisase la temeridad de la entrada. El colegiado vio la peligrosa imagen de Comesaña deslizándose por la hierba con los tacos de su bota impactando en Swedberg. No dudó en mostrar la tarjeta roja.
Esa expulsión en el minuto 16 no fue el único riesgo innecesario de un jugador del Villarreal; cuatro minutos más tarde, Baena agarró a Aspas dentro del área, una inocente falta castigada con penalti. Aspas marcó el empate.
El partido quedo definitivamente fragmentado. El Celta se apoderó de la posesión de la pelota y fue encerrando al Villarreal cerca de su área, pese a que el conjunto visitante alguna vez asomó en ataque con un tiro flojo de Baena o uno muy desviado de Guedes.
El dominio gallego fue feroz, pero Marcelino no hizo cambios. Larsen probó con un lanzamiento raso, que tocó en el poste, y con un remate a quemarropa ante Jorgensen que sacó el portero. El delantero noruego no falló en su tercera ocasión. Sin pausa en su empuje, y casi siempre con todo el peligro por la banda derecha, el Celta remontó con un cabezazo de Larsen dentro del área pequeña, la guinda a un buen y suave centro de Damián. El acoso continuó hasta el descanso el acoso con un tiro lejano de Damián y otro de Swegberg desde el borde del área.
El Villarreal mejoró su imagen en la segunda parte, pese a que el Celta insistió con un disparo de Larsen, una buena ocasión de Hugo Álvarez con parada de Jorgensen y un tiro al poste de De la Torre. Sin embargo, el Villarreal exhibió su pegada con un contragolpe letal, una confusa acción, por las protestas del equipo vigués pidiendo falta de Parejo a De la Torre en el mediocampo, que se inició con Sorloth recorriendo metros hacia el área y culminó Guedes con un cañonazo.
El empate relajó al Villarreal, aunque veinte minutos después tuvo otro contraataque peligroso de Sorloth. El Celta buscó el gol. Lo intentó Mingueza, y Larsen. Claudio Giráldez reforzó el ataque con Carles Pérez y Douvikas. Y acertó con los cambios. La primera pelota que cazó el delantero griego fue cabecear a gol un centro de Aspas.
El partido se abrió con un final de ida y de vuelta. El Villareal rozó el empate con un disparo cruzado de Sorloth; el Celta tuvo cerca el cuarto tanto con un centro de Douvikas al que no llegó Larsen o con un disparo de Carles Pérez que paró Jorgensen.