El partido se decantó en los minutos finales, cuando los gallegos marcaron sus dos goles incluso pudieron acabar en goleando, ya que malgastaron hasta tres ocasiones clarísimas para ampliar su renta, lo que hubiera supuesto un castigo excesivo para un Valencia que acabó siendo despedido por su afición con una gran pitada y pañuelos.
El Valencia arrancó dominando el partido ante un Celta agazapado en los primeros minutos que pudo complicarse la existencia pronto, tras una salida del meta Sergio que perdió el balón en la frontal y Rodrigo trató de colocar el balón, pero un defensa del conjunto gallego sacó sin grandes problemas el balón ante la desguarnecida portería.
Los de Gary Neville no conseguían imprimir continuidad a su juego y los acercamientos con peligros se ciñeron a las apariciones de Andre Gomes, uno jugador de creación en la medular valencianista.
Con el paso de los minutos, el Celta comenzó a perderle respeto al Valencia y cada vez fueron más sus aproximaciones al área rival. En el ecuador del primer acto, llegó la oportunidad más clara, tras un centro de Hugo Mallo desde la banda derecha al que no llegó Guidetti pero le balón dio en el central Mustafi y tras dar el balón en el poste, Ryan salvó el peligro con un manotazo al balón sobre la misma línea de gol.
Se animaron los gallegos y minutos después fue Wass, quien ante la pasividad defensiva local llegó a la frontal del área para sacarse un potente disparo que obligó a Ryan a lucirse de nuevo.
En la tramo final, Alcácer marcó, aunque su gol fue anulado por un ajustado fuera de juego, mientras que el Celta tuvo la última en un lanzamiento lejano de Wass que de nuevo topó con el meta australiano del Valencia.
En la reanudación, Gary Neville dio entrada a Gayá buscando mayor profundidad en la banda izquierda de su equipo y el Valencia encontró un mayor dinamismo a su juego.
Así, llegaron los mejores minutos del partido para el Valencia. Rodrigo pudo adelantar en dos ocasiones a los locales, primero con un colocado disparo que despejó Sergio en un soberbia actuación, y después tras dejarle Alcacer en un mano a mano con el meta, que de nuevo resolvió éste a su favor.
No estuvo acertado el Valencia y fue el Celta el que se animó en el tramo final. El primer aviso llego en un mano a mano de Jonny con Ryan, que el portero tocó lo justo con el pie para que el balón de estrellara en el poste.
Un par de minutos después no perdonó el Celta, tras una excepcional jugada, en la que Orellana deja de tacón a Guidetti para que este fusile a Ryan.
Mestalla estalló contra su técnico, que apenas un par de minutos antes había retirado del campo a Alcácer para dar entrada a Negredo, y los gritos de "Gary vete ya" atronaron en el coliseo valencianista.
Para colmo, se lesionó Gayá, dejó al Valencia con diez y un par de minutos después Hugo Mallo marcaba el segundo para sentenciar el partido. En los minutos finales, ante un rival descompuesto, el Celta pudo acabar el partido con una goleada a su favor.
