Un gol de Iago Aspas, de penalti, en el tiempo de descuento permitió al Celta reencontrarse con la victoria ante el Mallorca (4-3), que sigue su caída en picado tras encadenar su cuarta derrota consecutiva en Balaídos, donde igualó en tres ocasiones y recibió el último gol cuando jugaba con un hombre más.
Thiago Galhardo surgió para reactivar cuando más lo necesitaba el equipo de Eduardo Coudet, su gran valedor. El técnico argentino siempre defendió al exfutbolista de Internacional de Porto Alegre, pese a que hasta esta tarde todavía no se había estrenado como goleador. Lo hizo a los trece minutos del choque contra el Mallorca, después de recoger el rechace de un potente disparo de Franco Cervi que se había estrellado en el larguero.
Pero su protagonismo fue mucho más allá de ese tanto. También participó en el segundo, obra de Denis Suárez después de que Ortiz Arias fuese al VAR a revisarlo, y obligó a Sergio Rico a lucirse en la recta final del primer tiempo, justo después de que el portero visitante evitara el gol de Brais.
En el inicio del segundo tiempo, el Mallorca igualó de nuevo, después de que Aidoo marcase en propia puerta al intentar despejar un centro lateral. El empate dañó al Celta y le obligó a jugar más en largo, y ahí encontró la solución a su atasco: pelotazo de Aidoo para Cervi, que juega atrás para Aspas y el internacional español, con la pierna derecha, sacó una espectacular volea, imparable para Rico.
El Mallorca, no obstante, se encontró con un penalti, muy protestado por los locales por mano de Hugo Mallo, a falta de cuatro minutos, y Salva Sevilla puso el 3-3. El Celta, con uno menos, no buscó defender el empate, y en un rápido ataque encontró lo que antes entendió que le habían quedado, ya que Ortiz Arias pitó penalti por mano de Raíllo e Iago Aspas certificó el triunfo celeste.
