Los deberes están prácticamente hechos. Lo principal, que era acceder a los octavos de final tras dos campañas seguidas cayendo en la fase de grupos, ya está conseguido. Y, lo secundario, que es hacerlo como líder y cabeza de serie, está a tiro de 1 punto en casa del colista.
Para ser primero y tener ventaja de campo en la vuelta de los octavos de final, el Barça debe empatar o ganar. Y, en caso de derrota, perder el primer puesto es complicado, ya que debería ganar el Shakhtar Donetsk al Oporto y hacerlo por goleada para superar el 'average' de goles a favor/en contra, que es muy favorable a los blaugranas.
Con esa tranquilidad de no tener que buscar más que la consagración del liderato, el Barça sabe que tiene mucho por mejorar. La derrota en casa ante el Girona FC , ahora líder en solitario de LaLiga EA Sports, dejó más dudas en el equipo, con un vestuario "enfadado" según Xavi y con ganas de reaccionar. Y deben empezar a mostrarlo en el verde del Bosuil.
Xavi y su Barcelona en construcción
La construcción de la que habla Xavi es, según explicó en la previa de este choque europeo, seguir avanzando hacia una mejora obligada y posible del juego, para dejar atrás los altibajos y lagunas mostradas en ciertos partidos. Sobre todo en cuanto a contundencia defensiva y efectividad ofensiva.
Más allá de las bajas, que las hay, el técnico aprovechará el duelo para rotar y dar minutos a los jugadores con menos presencia, y descanso a aquellos que vea con fatiga muscular y acumulación de minutos. Salvo sorpresa, no jugarán de inicio tres jugadores que se iban a quedar también en Barcelona, pero que al final viajaron para estar con el grupo al decidir el club hacer dos noches, y no una, en tierras belgas. Se trata de Robert Lewandowski, Ronald Araujo e Ilkay Gündogan.