La comitiva madridista llegó a la Plaza de Cibeles en autobús descubierto, al que se subieron tras salir del colindante palacio de Comunicaciones, sede del Ayuntamiento de Madrid, donde antes les había recibido la alcaldesa de la ciudad, Manuela Carmena.
El autobús, con la Orejona en todo lo alto, antes de entrar a la plaza de Cibeles, realizó una amplia vuelta, pasando por la Puerta de Alcalá, calles cercanas y hacer su entrada por el tradicional recorrido desde la Plaza de Colón.
Ya en la Plaza de Cibeles, lugar tradicional de celebración de los títulos del Real Madrid y cuya fuente de la Diosa se encontraba rodeada por una plataforma del color blanco del equipo, con el lema de "Gracias Madridistas" acompañado del número 12, en conmemoración de las Copas de Europa obtenidas, fueron recibidos por decenas de miles de aficionados que desde hacía horas les esperaban.
Tras bajarse del autobús, con el sonido del himno del club como fondo, los jugadores procedieron a ofrecer, desde la pasarela que rodeaba a la fuente, la Orejona a los aficionados presentes, que corearon los nombres de los integrantes de la plantilla, y del técnico francés Zinedine Zidane.
Y, como es tradición, fueron los dos primeros capitanes del equipo, Sergio Ramos y Marcelo, los encargados de "vestir" a la Diosa Cibeles.
Ambos, primero, alzaron la Orejona sobre la cabeza de la Diosa, para después Sergio Ramos adornarla poniendo con una bandera de España con el escudo madridista alrededor del cuello; y, seguidamente, Marcelo situar una bufanda del Real Madrid sobre su Corona. En medio, uno y otro, la besaron en la mejilla.
Tras ello, la comitiva se volvió a montar en el autobús descubierto, para dirigirse hacia el estadio Santiago Bernabéu, donde se celebrará la fiesta del club.