El Celtic echó mano de todo el corazón y empuje para empatar ante el todopoderoso Manchester City (3-3) en un vibrante y bello partido, con lo que impidió además que el equipo de Pep Guardiola igualase el récord de once victorias consecutivas de un equipo inglés que ostenta el Tottenham.
Herido en su orgullo por la histórica y dolorosa derrota en el Camp Nou ante el Barcelona (7-0), el Celtic salió enfurecido para éxtasis de su fervorosa afición ante un Manchester City que, con el serbio Aleksandar Kolarov en el centro de la zaga, era arrollado. Y no tardó el campeón escocés en superar la resistencia del meta chileno Claudio Bravo.
A los tres minutos un lejano lanzamiento de falta hacia el lateral derecho del área lo reenvió James Forrest al centro, remató el danés Erik Sviatchenko y lo desvió el francés Moussa Dembélé en fuera de juego. El colegiado italiano Nicola Rizzoli dio validez al gol y sorprendentemente el Celtic se adelantaba ante un City atónito.
Pep Guardiola trató de que sus hombres recompusieran la figura, que frenaran con su mayor calidad y toque la fogosidad y presión constantes de los locales. Se encontró con el empate merced a un disparo desde fuera del área de Kolarov que fue a parar al brasileño Fernandinho, quien no perdonó ante Craig Gordon.
Era un partido enloquecedor, jugado a un ritmo más que alto, quizá demasiado para el gusto de Guardiola, en el que el Celtic, que no ganaba a un equipo inglés desde hace diez años, cuando superó por 1-0 al Manchester United, imponía su empuje. El premio no tardó en llegar en una acción de mala fortuna de Raheem Sterling, quien introdujo el balón en su portería al tratar de tapar un centro desde la izquierda de Kieran Tierney.
Y, casi sin respiro, como en un combate de boxeo, llegó la respuesta de nuevo de los 'sky blues'. Apareció la magia del español David Silva, metió un balón preciso a Sterling, este dribló a su par y batió a Gordon. No había pasado media hora y se habían visto cuatro goles y ataques sin desmayo en pleno frenesí, que para no ser menos se repitió tras el descanso y con el mismo orden de los factores.
Dembele completó el doblete al inicio del segundo periodo tras un fallo en el despeje de Kolarov y respondió de nuevo el City, que tras estrellarse dos veces con las paradas de Gordon encontró de nuevo las tablas al aprovechar el también español Manuel Agudo 'Nolito' un rechace del meta del Celtic a tiro del argentino Sergio 'Kun' Agüero.
La gasolina se le iba terminando a los locales. El esfuerzo había sido tremendo, extenuante. El conjunto de Guardiola ya sí que se hizo con el control del balón y con el dominio pleno ante un rival que no tuvo más remedio que retroceder y amainar en la presión.
Agüero y Fernandinho tuvieron cerca el 3-4, pero no lo consiguieron y el Celtic, con este punto en una demostración de orgullo ante uno de los grandes favoritos al título, cerró la herida del Camp Nou y evitó que el conjunto de Pep Guardiola sumara el undécimo triunfo, a la par que benefició al Barcelona sobre el papel en la lucha por la primera plaza del grupo C.