Qué pronto resolvió el Atlético su papeleta en Leverkusen. Sólo 25 minutos le bastaron al equipo de Simeone para dar un duro golpe a los alemanes con dos goles que ponen muy de cara la eliminatoria para el conjunto rojiblanco.
El equipo de Simeone empezó fuerte y maniató al Leverkusen tras unos primeros diez minutos más igualados. Ya en el 16', Saúl arrancó desde la banda derecha, se fue de un defensor, encaró a otro, recortó... y se sacó de la manga un bonito disparo con rosca que acabó en la escuadra de Leno.
El gol hizo crecer la figura del Atlético en el BayArena y sólo unos diez minutos después Griezmann culminaba el premio a la gran primera parte rojiblanca.
Gameiro aprovechó un grave error de Dragovic al intentar el despeje y el francés corrió hacia la portería de Leno, y cuando parecía que se enredaba en en el área... apareció Griezmann. Gameiro aguantó, le vio y le puso el balón en bandeja para el 0-2.
El paso por los vestuarios trajo un nuevo Leverkusen, al menos más resolutivo y con más acciones cerca de la meta de Moyá. Tanto que Bellarabi puso un jarro de agua fría para el Atlético tras culminar una gran acción colectiva de los bávaros y poner algo de esperanza en el BayArena.
Torres, la puntilla del Leverkusen
Y la esperanza llegó, aunque primero Gameiro acabó con la maldición de los penaltis del Atleti. El colegiado señaló una pena máxima polémica, y es que Dragovic empezó a agarrar al delantero francés fuera del área. Gameiro no dudó en coger el balón y con un disparo al centro acabó con la pesadilla rojiblanca desde los once metros.
Pero el Leverkusen no dijo su última palabra. Los alemanes no se arrugaron y, aunque el Atlético siguió siendo superior, no tuvo suerte en la faceta defensiva. Moyá no estuvo acertado en un centro desde la izquierda y despejó con la mala suerte de que tocó en Savic y se metió en la portería.
Simeone introdujo el carrusel de cambios buscando frescura (entraron Torres y Correa) pero el Leverkusen fue el dueño y señor de los últimos minutos. Los alemanes gozaron de varias ocasiones claras y pudieron igualar el partido en una recta final de locura.
Y cómo es el fútbol. Del sufrimiento al éxtasis. Torres aprovechó un gran centro de Vrsaljko desde la derecha en una llegada atlética y puso el 2-4 definitivo en el marcador de cabeza. El Niño dejó la puntilla para un Leverkusen que ve cómo las opciones para pasar a cuartos se desvanecen.