El BVB Dortmund ha llegado a su segunda final europea en once años. La vez anterior, en 2013, el equipo de Jurgen Klopp culminaba un ciclo virtuoso después de ganar dos ligas consecutivas con jugadores que serían estrellas mundiales.
En esta ocasión, lo hace en un largo periodo de transición, con un entrenador sin experiencia externa y con la mayoría de sus jugadores lejos del rendimiento que se les supone. Pero la Champions será la despedida de dos de sus capitanes, Marco Reus y Matt Hummels, que disputaron la anterior final en el cénit de sus carreras y que ahora tiran de calidad y de relato para poner un sello de oro a sus carreras.
Es la parte anímica la que da alas al Dortmund; un equipo acostumbrado a la bipolaridad, que ha sido Dr Jekill y Mr Hide toda la temporada en Bundesliga, capaz de cometer errores humillantes y también dar muestras de su calidad. En la Champions, aún no se ha visto a Mr Hide.
Su estilo: la verticalidad
El ADN del Dortmund es el legado que dejó Klopp en la década pasada: juego vertical, ataque y presión, con un equipo que apuesta siempre por el talento joven. La fórmula ha variado ligeramente en esta Champions cuando se ha encontrado a un equipo peligroso al espacio, como el PSG. Entonces, Terzic impuso un rigor defensivo insólito y decidió combinar la presión alta con el juego de atracción hacia su campo para generar espacios, siempre tratando de evitar las contras.
Un equipo acostumbrado a la bipolaridad, que ha sido Dr Jekill y Mr Hide toda la temporada en Bundesliga, capaz de cometer errores humillantes y también dar muestras de su calidad
Funcionó, más o menos, contra el PSG y tratarán de reeditarlo en la final, sabiendo del peligro del Madrid corriendo al espacio. Pero en París vimos que la cabra tira al monte y los jugadores están programados para atacar continuamente, así que los espacios terminan generándose
El peligro: la mente de Julian Brandt
A Reus ya no le funcionan las piernas como antes y Brandt es lo más parecido que hay en el equipo. Hablamos de un exdelantero que tiene más inteligencia que gol, así que ha hecho carrera como centrocampista ofensivo con llegada. Él habilita a los extremos, Sancho y Adeyemi, enormes talentos que no han dado su talla en la temporada y por ello no han sido convocados para la Eurocopa.
Además, el Dortmund tiene un gran peligro en los lanzamientos largos de sus centrales y en las jugadas a balón parado.
Debilidades: defensa
La eliminatoria contra el PSG fue un oasis de rigor defensivo en un año -años ya- marcado por los errores de bulto. El equipo ataca mucho y desprotege su defensa, que a menudo pierde partidos bien jugados por regalos defensivos. En París estuvo a punto de quebrar ese rigor en los últimos minutos, pero los de Luis Enrique no lo aprovecharon. El Madrid tendrá ocasiones.
El once del Borussia Dormtmund
- Kobel
- Ryerson, Hummels, Schlotterbeck, Maatsen
- Emre Can, Sabitzer
- Sancho, Brand, Adeyemi
- Füllkrug