Como jugador, aguerrido; como entrenador, exigente. Antonio Conte es el elegido del Real Madrid para levantar a un equipo caído en lo anímico y sin intención en lo futbolístico. El proyecto de Lopetegui no caló en los futbolistas y la 'manita' del Barça en el Camp Nou ha sido la puntilla a un proyecto agotado quizás antes de empezar la temporada.
El último equipo que dirigió Antonio Conte fue el Chelsea, con el que ganó una Premier League y una FA Cup. Muchos aficionados recuerdan sus tres centrales como marca principal de su estilo, que implementó también en la Juventus, poniendo a Chiellini, Bonucci y Barzagli en el centro de la zaga acompañados de dos carrileros.
Un palmarés amplio
En sus partidos es intenso, lleno de correcciones que dar a sus jugadores, nunca satisfecho con lo que ve y siempre exigente. El italiano quiere que sus jugadores estén siempre al 100% de su nivel físico, algo que pocos jugadores del Real Madrid parecen cumplir a día de hoy.
Si con Lopetegui se podía intuir un Real Madrid de posesión, con Conte se puede esperar a un conjunto más replegado en defensa, con una mayor contención atrás sobre la que construir los ataques. Lejos del perfil de 'mano izquierda' que viene acompañando a los últimos entrenadores del Real Madrid, Conte llega con intención de poner orden en un vestuario hundido.
Como jugador, completó 512 partidos, vistiendo las camisetas del Lecce, el equipo de su ciudad natal, y de la Juventus, ganando cinco 'Scudettos', una Champions, una UEFA, una Supercopa de Europa, cuatro supercopas de Italia, una copa italiana y una Intercontinental. A todo esto, hay que añadir que fue campeón de Europa con Italia en el año 2000 y subcampeón del mundo en 1994.
De la 'Juve' a la selección italiana
En la Juventus tuvo su primera gran prueba como entrenador en la élite, que superó con nota. Tres títulos de la Serie A, dos supercopas de Italia y, de repente, dijo adiós para irse a la selección italiana. En la Eurocopa de 2016, dejó fuera a España y a Bélgica, cayendo contra Alemania en la tanda de penaltis.
Esa es la carta de presentación de Antonio Conte, el jefe que quiere redirigir a un Real Madrid a la deriva y el elegido para levantar un proyecto con claros síntomas de agotamiento.