EL PLAYAS DE CALVIÁ

Un club mallorquín quiere cobrar por los derechos de formación de Emiliano Sala

El Playas de Calviá, equipo de Tercera División de Baleares, está sondeando la opción de cobrar los derechos de formación de Emiliano Sala. El argentino jugó en la temporada 2006-2007 en el Soledad con 17 años.

ondacero.es

Madrid | (Publicado 08.02.2019 18:14 )

El tributo del Nantes a Emiliano Sala | Reuters

El club mallorquín Playas de Calviá, de la Tercera División de Baleares, ha puesto en manos de sus abogados la posibilidad de cobrar por los derechos de formación de Emiliano Sala una vez que el Cardiff y el Nantes alcancen un acuerdo económico sobre el traspaso del futbolista argentino, fallecido en trágicas circunstancias.

Sala, cuyo cadáver fue localizado este jueves en la avioneta siniestrada en el Canal de la Mancha el pasado 21 de enero, jugó con 17 años en el Soledad en la temporada 2006-2007, club de Palma que fue absorbido por el Playas de Calviá en 2016, junto con el Montuiri.

Llegó con 16 años

El jugador sudamericano llegó al Soledad a través de la escuela de fútbol "Proyecto Crecer" y el club balear quiere consultar a la FIFA si tiene algún derecho sobre su traspaso, según publica este viernes el diario "Última Hora" y que cifra en 17 millones de euros la cantidad que podría percibir la entidad palmesana del Cardiff.

"Si se aplica el reglamento internacional sobre formación de jugadores tenemos derecho a cobrar. Por ello, queremos que nuestro servicios jurídicos se pongan en contacto con la FIFA y determinen si cabe esa posibilidad, aunque por ahora no hemos reclamado ni pedido nada", declaró a Efe Armando Pérez Costas, presidente del Playa de Calviá.

El directivo, que lamenta "el trágico fallecimiento" de Sala, asegura que el Cardiff "tiene una deuda" con el Nantes, ya que "la operación se hizo". "Desconozco las cláusulas del contrato firmado entre el club inglés y el francés, pero lo cierto es que hay un traspaso firmado y unas deuda entre una entidad y otra", precisó Pérez Costas. Sala llegó a la capital balear con 16 años junto a otros jóvenes futbolistas argentinos que intentaban labrarse un camino profesional en Europa.