La derrota ante el Bayern en el Camp Nou fue el pistoletazo de salida a la crisis de juego y resultados que atraviesa el Barcelona. Una situación que los empates ante Granada y Cádiz han empeorado notablemente. Pero de momento, Koeman tiene el respaldo del público y de la directiva… aunque la paciencia no es infinita.
Laportay Koeman mantuvieron una charla en el viaje de vuelta desde la tacita de plata y de momento seguirá en el banquillo del equipo. Y es que pese al empate en Cádiz, asoman algunos brotes verdes: hubo ganas e intención por parte de la plantilla y los jóvenes empiezan a aparecer. Eso sin olvidar las muchas bajas que hay en ataque: Ansu, Agüero, Dembelé…
Así las cosas, Koeman sigue… de momento. Los tres próximos partidos se antojan claves para dilucidar el futuro del holandés. Primero llegará el Benfica en Champions y después el Levante y el Atlético de Madrid en Liga. Tres citas antes del parón de selecciones que si salen bien salvarán al entrenador… pero si las cosas vienen mal dadas, Laporta podría mover ficha: la lista de candidatos para relevar a Koeman la encabezan Roberto Martínez y Xavi Hernández.
La relación entre la plantilla y Koeman
Hasta ahora, los jugadores culés han apoyado a su entrenador sin fisuras, pero el último discurso del holandés no ha gustado en el vestuario. Antes de medirse al Cádiz, Koeman leyó ese comunicado en el que aseguraba que “sería un éxito acabar en un alto ranking en la Liga y que no se podían esperar milagros en Champions”. Un análisis tal vez realista, pero también algo pesimista.
Los jugadores no han querido tirar la toalla como pareció hacer su técnico y tras el empate en Cádiz dos de los capitanes dejaron claro que ellos quieren ganar. Piqué no se mordió la lengua al asegurar que “no quiero ser segundo o tercero, quiero ganar, tenemos que remar todos a favor”. Una línea que también siguió Sergi Roberto al dejar claro que “hay que ganar la Liga, no me vale eso de que tenemos que entrar entre los cuatro primeros”.