Fatih Çakmak, un agente de seguridad turco que sobrevivió milagrosamente al atentado del pasado 10 de diciembre en los alrededores del campo del Besiktas tras el partido frente al Bursaspor, es uno de los 39 muertos en la masacre de esta Nochevieja en la discoteca Reina de Estambul.
El terrorista abrió fuego la madrugada en medio de la fiesta que tenía lugar en la popular discoteca de la capital de Turquía, causando al menos 39 muertos y al menos 69 heridos.
Según informan diversos medios, el guardia trabajaba el pasado 10 de diciembre en la seguridad del estadio del Besiktas cuando se produjo el fatídico atentado en sus inmediaciones que provocó 38 muertos, la mayoría policías.
Fatih Çakmak se salvó entonces, pero semanas después de ha tenido tanta suerte y el pobre Fatih Çamak fue una de los víctimas de la discoteca Reina donde 800 personas despedían el año en una fiesta que acabó trágicamente por un ataque terrorista que ha reivindicado Daesh.