El Dinamo siempre fue el equipo más ucraniano de ucrania, y lo sigue siendo. Con un pasado glorioso, dos Recopas de Europa, estrellas como Blokhin, Belanov o Shevchenko y el honor de ser el equipo de la capital, y a pesar del dominio del Shakhtar en las últimas décadas, sigue siendo el equipo más popular de Ucrania y un ariete político y nacional muy importante. De hecho, la llegada de Mircea Lucescu al banquillo de Kiev hace dos años tenía un claro objetivo: reverdecer los viejos laureles y devolverle al equipo el cetro del fútbol nacional. De momento lo están logrando.
Estilo: repliegue y verticalidad
Lucescu es un técnico muy experimentado y que sabe adaptarse bien a las circunstancias. El Dinamo está obligado a dominar en el fútbol local, pero cuando sale a Europa sabe replegarse y cerrar los espacios; y siempre manteniendo un sistema fijo pero versátil. Un equipo de autor que ha logrado crear una defensa bastante sólida con una juventud insultante y un mediocampo que se despliega con peligro cuando encuentra la oportunidad, pero manteniendo la paciencia. Así rascó un empate ante el Benfica y pudo llevarse algo más.
Estrella: Shaparenko
Es el símbolo de la nueva generación que llega a la élite del fútbol ucraniano. Técnico, inteligente, trabajador y con una llegada que le hace brillar en momentos clave, Shaparenko es ya el líder del Dinamo de Kiev y de la selección. A sus 23 años encarna a la perfección todo lo que pide Lucescu de un jugador y le utiliza para dar estabilidad al equipo, pausa o aceleración según convenga. No durará mucho en el Dinamo.
Debilidad: el gol
No es que le falte calidad para llegar a puerta, pero el Dinamo sí carece de un killer de área. De hecho la del punta es la única posición que no tiene un dueño claro y los máximos goleadores del equipos son el extremo Tsigankov y el mediapunta Dobvik. Quizás sea el peaje de un equipo tan joven y tan coral cuya estrella es un centrocampista, pero esa carencia le convierten en uno de los equipos que aún no han marcado en la actual Liga de Campeones.