PSG y Barcelona protagonizaron el partidazo de este miércoles en la jornada de Champions. Los de Luis Enrique, que llegaban como claros favoritos, se vieron sorprendidos por un muy buen Barça que en la primera parte supo defender bien los ataques parisinos y, con un gran Raphinha, aprovechar las veces que llegó al área rival.
El equipo francés intentó volcar el campo hacia el área de Ter Stegen, aunque el Barça protegió bien a su portero con una defensa formada por Koundé, Araujo, Cubarsí y Cancelo.
De hecho, las ocasiones más claras llegaron en el área del PSG. Lewandowski estuvo a punto de marcar el primer gol en un cabezazo a la salida de un córner que sacó bajo palos Nuno Mendes.
Raphinha avisó unos minutos más tarde con un disparo lejano que detuvo Donnarumma y a la tercera de los culés fue la vencida. Lamine Yamal puso un balón al corazón del área para la llegada de Lewandowski y Raphinha aprovechó el mal despeje de Donnarumma para marcar a placer el 0-1.
La alegría duró al Barça hasta el descanso, pues a la vuelta de vestuarios Luis Enrique hizo un cambio que cambió el partido y llevó al PSG a darle la vuelta al marcador. Entró Barcola por Asensio y los primeros minutos de la segunda parte fueron un asedio de los parisinos.
Dembélé empató en el minuto 48 con un zapatazo ante el que nada pudo hacer Ter Stegen y Vitinha marcó el segundo tres minutos después plantándose en el mano a mano con el alemán tras una gran asistencia de Fabián. Pocos minutos después, Barcola estrelló un balón en el larguero.
Xavi tardó unos minutos en reaccionar, pero sus cambios fueron efectivos al instante. Dio entrada a Pedri y Joao Félix y el canario se inventó una maravillosa asistencia para que Raphinha empatara el partido.
El partido comenzó a volverse loco por minutos. Dembélé tuvo el gol en un mano a mano con Ter Stegen que se estrelló en el palo y a Xavi volvió a funcionarle un cambio al instante con la entrada de Christensen en el minuto 75. Solo dos minutos más tarde, el danés remató de cabeza a la salida de un córner para volver a poner a los culés por delante.
El partido se convirtió desde entonces en un asedio del PSG, que embotelló al Barça en el área de Ter Stegen, pero que no consiguió poner en apuros al alemán. El Barça se lleva al partido de vuelta una ventaja de un gol que puede ser importantísima el próximo martes en Montjuic.