Seguramente es el mejor partido que se puede ver en la actualidad a nivel europeo al menos sobre el papel. Y el inicio del Real Madrid - City no ha defraudado.
Ancelotti ha optado por Tchouamení en la línea de centrales junto a Rudiger. En su primera acción ha medido mal y ha arrollado a Grealish lo que le ha costado la tarjeta amarilla. Y ha sido todavía peor porque Bernardo Silva ha disparado directo desde 30 metros y ha sorprendido a un Lunin que podía haber hecho más. No han podido empezar peor los blancos.
Pero todo ha girado en cuestión de minutos. Primero con una arrancada de Camavinga que ha disparado desde fuera del área que ha desviado Rubén Dias para sellar el empate. Y solo dos minutos después los blancos han dado la vuelta al encuentro con un contragolpe perfecto que ha culminado Rodrygo en una acción individual llena de temple.
El Real Madrid ha podido aumentar la ventaja con varias contras de los brasileños pero el duelo de golpes se ha ido al descanso con ventaja para los blancos.
La segunda parte ha seguido con el mismo guion con un Madrid que creaba mucho peligro pero se ha reproducido el guion de la primera parte a la inversa. Primero ha sido Foden con un disparo directo a la escuadra desde la frontal del área. Y acto seguido, Gvardiol ha vuelto a traspasar la portería blanca con un disparo más propio de un fino atacante que de un defensor. Dos golpes durísimos en un instante para los de Ancelotti.
Pero el Real Madrid por si alguien lo dudaba no había ducho su última palabra. En un ataque por el costado izquierdo, Vinicius ha buscado el centro al segundo palo. Ahí ha entrado Fede Valverde para volear de primeras directamente al fondo del arco. Un soberbio gol del uruguayo.
El marcador no se ha movido más y todo queda abierto para la vuelta del próximo miércoles 17 de abril en el Etihad Stadium.