Donato, a Piqué: "No debe hablar por los no españoles que defendimos España"
Donato debutó con la Selección con 31 años, cuatro después de nacionalizarse, y considera que aquello fue la "mayor ilusión" que tenía cuando obtuvo el pasaporte español en 1990. Por ello, responde a las palabras de Piqué: "Si digo que no quiero ser español, ¿cómo voy a vestir la camiseta de la Selección? Tiraría piedras a mi tejado".
Preguntado por las declaraciones del central del Barcelona Gerard Piqué, quien recordó que "en los últimos años ha habido muchos jugadores que se nacionalizaron y no la sentían (a la Selección) como otros", Donato, que se estrenó con España en 1994 y jugó la Eurocopa de 1996, se siente aludido.
"La persona que habla sabe las consecuencias que tiene para él. Yo no estoy de acuerdo. Yo, con pasaporte español, si mañana digo que no quiero ser español, entonces ¿cómo voy a vestir la camiseta de la selección? Estaría tirando piedras a mi tejado", comenta.
"Cuando Piqué dijo que hay jugadores que tienen el pasaporte español, pero no son españoles y no tienen amor por la camiseta, tiene que hablar por él. No puede incluirme a mí o a Marcos Senna, que no somos españoles pero defendemos los colores de España", sostiene.
Donato, quien tiene la "espina" de no haber entrado en los planes de España en el Mundial de 1994, advierte de que, desde que se nacionalizó, su "mayor ilusión era ir con la selección española". "Había tenido varias oportunidades para ir a la selección brasileña, pero no se dio. Era una época con buenos defensas, estaban los representantes y no tuve la suerte de ir. Luego vine a España, me sentí un poco olvidado por los seleccionadores. El tiempo fue pasando y estando en el Atlético me llamaron de Brasil para jugar tres amistosos", recuerda.
"Uno era con Dinamarca, pero justamente esa semana en el Atlético teníamos partido con el Murcia y uno de Copa contra el Madrid y (Jesús) Gil pidió que no fuera a los tres partidos. El seleccionador dijo que no y perdí la oportunidad de ir a la selección de Brasil", apunta.
En España, Javier Clemente, que le había entrenado en el Atlético, se hizo cargo de la selección; habían tenido sus más y sus menos en el pasado y no esperaba la llamada de la 'Roja'. "No me lo creía porque era como si tuviéramos una pared entre nosotros. La realidad es que fue echado del Atlético porque tenía algo personal contra mí. Y esto también le dolió. Para mí, ir a la selección y con Clemente es un milagro. No tenía esperanza de ir, sobre todo después de no haber estado en el Mundial", asegura.
"Doy las gracias por el trato y respeto de todos"
La persona clave para que Donato entrara en los planes del técnico fue Andoni Goicoetxea, con el que había jugado en el Atlético y que era segundo entrenador de Clemente en España. "Es uno de los principales artífices de haber tenido esa posibilidad. Me quería mucho y para él era el mejor en mi posición. Para mí fue una tremenda alegría y una tremenda presión porque no sabía cómo me iban a tratar. Yo solo tengo que dar las gracias por el trato, el respeto, el cariño de todos hacia mí", dice.
En aquella primera convocatoria, José Mari Bakero, al que se refiere como "uno de los grandes jugadores" de la selección, le abrió las puertas: "Me dijo, maestro, siéntate aquí con nosotros". "Me sentía ya un líder en la selección aunque no fuera el capitán ni nada, por la confianza que me daban los compañeros. Me dieron toda la responsabilidad para hacer lo que quería", expone.
Y su debut, con gol incluido, fue ante Dinamarca, "la selección" a la que se "habría enfrentado" si hubiera acudido en su día a la llamada de Brasil. "Fue en Sevilla. Estoy muy feliz de haber defendido los colores de la selección. Tengo todo el partido en la retina, en la cabeza, no solo el gol. Fue de los mejores partidos que jugué, todo el estadio coreando mi nombre. Fue un regalo de Dios ese partido, ese gol. Ganamos 3-0 y todos los jugadores me trataron de una forma exquisita", señala.
"En Brasil me conocen más por jugar en la Selección"
Insiste en que "todos los brasileños" tienen la "ilusión" de vestir la camiseta de la canarinha, pero una vez con la nacionalidad española, ir con la 'Roja' era lo máximo". "En Brasil soy más conocido por haber jugado con la selección española que por haber jugado en el Vasco da Gama. Voy a Brasil y soy uno más, aquí soy tratado con respeto y cariño. Donde vaya, no solo en Galicia, en Madrid, en Barcelona, en Tenerife. Hace casi 15 años que dejé de jugar y la gente se acuerda de mí", explica.
Y abunda: "Tengo el orgullo de ser español. Soy brasileño, no voy a olvidar mi origen, pero siento orgullo de ser español, de haber vestido la camiseta de la selección, de ser tan bien tratado como lo soy aquí".
Hasta el punto de que no le "gusta ver a un extranjero o un brasileño en España que hable mal de España" porque piensa que si uno no está "a gusto", debe irse a su país. Donato considera que "España es uno de los mejores países para vivir, pero de los más divididos", aunque deja claro que siente "mucho cariño por los catalanes y la gente de Barcelona".