La resolución del Comité desestima las alegaciones del Real Madrid en defensa de Bellingham e impone dos partidos al madridista por actitudes de menosprecio o desconsideración hacia los árbitros , con multa accesoria de 700 euros al club y 600 al jugador, en aplicación del artículo 144 del Código Disciplinario de la RFEF.
Bellingham cabeceó a la red un centro de Brahim Díaz que habría supuesto el 2-3 para su equipo en el momento en el que el árbitro señalaba el final del partido, sin dar validez al tanto, y después fue expulsado con tarjeta roja directa por dirigirse "en actitud agresiva y a gritos", según el acta arbitral.
"Tras la finalización del partido y aún en el terreno de juego, se dirigió hacia mí corriendo y en actitud agresiva y a gritos, repitiendo en varias ocasiones 'it´s a fucking goal' (es un jodido gol)", apuntó en el acta Gil Manzano.