El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha formalizado ante las autoridades suizas la petición de extradición de los siete responsables de la FIFA detenidos en este país desde hace cinco semanas. La petición formal llegó ayer al ministerio helvético, según indicó este en un comunicado emitido hoy.
La demanda de extradición se basa en las sospechas fundadas de que estos dirigentes, y empresarios de compañías con las que colaboraban, participaron en una red de corrupción que permitió el pago de más de cien millones de dólares en sobornos.
"El 1 de julio la embajada de Estados Unidos en Berna transmitió a Suiza los pedidos de extradición, en los plazos previstos por el tratado de extradición entre los dos países", indicó el Ministerio suizo de Justicia.
Según las investigaciones de la fiscalía de Nueva York, los siete altos dirigentes de la FIFA recibieron de representantes de medios deportivos y empresas comerciales en el ámbito futbolístico millones de dólares en cada caso, a cambio de conferirles los derechos de transmisión, comercialización y auspicio de torneos de fútbol en Estados Unidos y América Latina.
Para el ministerio helvético, "esos actos de corrupción, acordados y preparados en suelo estadounidense, también fueron el objetivo de transacciones a través de bancos estadounidenses", razón por la cual la Justicia de EEUU decidió abrir un procedimiento sobre este caso.
En los próximos días los exdirigentes futbolísticos podrán pronunciarse ante la policía cantonal de Zúrich en relación a la demanda de extradición de la que son objeto.
Tras su detención, ocurrida el pasado 27 de mayo en Zúrich, donde asistían al Congreso anual de la FIFA, seis de los dirigentes rechazaron aceptar voluntariamente la extradición y uno que sí la había aceptado cambió luego de opinión y se opuso igualmente al procedimiento.
Una vez que los detenidos hayan sido escuchados por la policía, ellos y sus abogados tendrán catorce días para tomar una posición definitiva. Ese plazo puede prolongarse catorce días adicionales, pero únicamente por motivos muy serios.
A continuación, las autoridades de Justicia suizas decidirán, en base a los pedidos de extradición recibidos y a la audición de los detenidos y de las posiciones que adopten, si se concede o no la extradición. En caso de que la extradición sea aprobada, quedarán todavía dos instancias superiores de apelación, el Tribunal Penal Federal y el máximo órgano de justicia, el Tribunal Federal.