Los pupilos de Gaizka Garitano dieron un paso de gigante hacia la final de las eliminatorias por el ascenso, ya que el cuadro de Míchel Sánchez necesitará ganar en Ipurúa para aspirar a pasar ronda y mantener viva la ilusión del regreso a Primera.
Los dos equipos saltaron al verde con la ambición de buscar el gol: para ahondar en la depresión visitante en el caso de los locales y para dejar atrás el golpe encajado en Alcorcón en el de los vascos. Y el Eibar fue el primero en rozar la alegría, con un tímido disparo de Tejero.
El Eibar era netamente superior. Y el 0-1 llegó antes de la media hora (28), en una falta indirecta lejana. Aketxe superó a Juan Carlos Martín con un chut desde 35 metros que entró por toda la escuadra, tan potente como imparable.
Intento de reacción local
El partido discurría de forma cómoda para el Eibar, casi plácida, sin sustos, pero todo se complicó en el tiempo añadido de la primera parte, con la expulsión por doble amarilla de Tejero en apenas dos minutos (45+2' y 45+3').
El Girona, obligado, se adueñó del balón y dio un paso firme hacia adelante, asediando el arco rival. En el 56', Stuani emergió entre los defensas para rematar un centro de Baena, pero su cabezazo se perdió muy cerca del palo. En el 62', el charrúa hizo temblar el larguero con un nuevo cabezazo, esta vez a buen pase de Iván Martín. Y en el añadido Aleix García acarició el poste desde la frontal. Pero el tanto no llegó.
Los locales hicieron méritos para marcar y el Eibar sufrió, sobreviviendo y achicando agua en su mitad de campo, casi en su área. Pero acabó certificando el triunfo, tras firmar una exhibición defensiva que le sitúa a un paso de la final.
