El Valencia consiguió su gran objetivo y clasificarse para la fase final de la Liga de Campeones, pese a perder por 2-1 en Mónaco, un logro que además supone un hito histórico para el fútbol español, que es el primero que cuenta con cinco equipos en la historia de la máxima competición continental.
El Valencia fue de más a menos y aunque el partido se le puso pronto de cara con el temprano golazo de Negredo, al final tuvo que sufrir y mucho para evitar que el equipo de Montecarlo lograra llevar el partido a la prórroga.
Arrancó el partido con mucha personalidad el Valencia, encerrando al Mónaco en su parcela y buscando con descaro la portería del meta Subotic, quien a los dos minutos tuvo que hacer un alarde de reflejos para evitar con el pie el gol de Mustafi.
El conjunto monagesco no estaba nada cómodo sobre el terreno de juego y eso lo aprovechó Negredo para aprovechar un mal pase de Fabinho para encarar a los centrales y, en carrera, picar de manera magistral el balón ante la salida del portero para anotar el gol y poner la eliminatoria muy franca para los intereses de los de Nuno.
Durante el primer cuarto de hora el partido fue del Valencia y Negredo puso sentenciar con el segundo gol. El Mónaco encontró en las jugadas a balón parado la manera de meterse en el partido y en su primer remate consiguió empatar en una embarullada jugada que nació de una mala salida del portero Ryan y un falta previa de Bernardo Silva.
Tras el empate, el partido entró en una fase nueva, de mayor equilibrio. El equipo local presionó mejor la salida del Valencia y los españoles no se mostraron tan verticales como en los minutos iniciales. El choque ganó en dinamismo pero el marcador no se movería y se llegó al descanso con el empate.
El Mónaco imprimió un ritmo muy vivo al segundo acto, aunque el Valencia supo atemperar las acometidas de su rival, que fue ganando en efectivos ofensivos con los tempranos cambios de Leonardo Jardim. De nuevo a balón parado y con polémica llegó un nuevo gol del Mónaco, después de que Ryan sacara una buena mano pero el rechace lo aprovechó Elderson en claro fuera de juego que no fue sancionado.
El partido ganó en emoción ya que un nuevo gol de los locales forzaba la prórroga. El Mónaco fue con todo, impuso su mayor condición física y embotelló en su campo al Valencia, que incapaz de poner pausa al choque se abonó al sufrimiento para defender una renta que finalmente le permitió lograr una agónica clasificación.
