Tras diez meses y cuatro operaciones en su rodilla volvió el jugador que centra las esperanzas culés para el presente y el futuro pese a su juventud. El heredero del 10 de Messi, Ansu Fati, regresó al césped del Camp Nou y lo ha hecho como aquellos jugadores que gozan de un aura especial que les hace marcar la diferencia.
Porque su sola presencia ya ha insuflado un nuevo estado de ánimo en las gradas azulgranas más alicaídas que nunca tras el mal inicio de temporada y la falta de reconocer un estilo con el que sentirse identificados. Porque se mira mucho al banquillo, al palco, y a veces poco al césped. Y este es el mejor ejemplo. Como un adolescente de 18 años puede cambiar una dinámica tan negativa y ceniza.
En sus primeros toques ya ha demostrado que ha vuelto como si no hubiera dejado de jugar. Su cuerpo ahora se asemeja más al de un futbolista fornido que al del juvenil que recordábamos en su última etapa, y que aún así fue un auténtico terremoto en la formación blaugrana.
Pero ese don de la oportunidad, o ángel o como quieran llamarlo se ha visto en el minuto 91. Ansu ha enganchado un balón a 30 metros de la portería. Tras dos amagos, ha desterrajado un preciso disparo con la derecha que se ha colado en el fondo de la portería al tiempo que levantaba la maltrecha moral culé. Ansu cree y el Barcelona también. Un gol que ha narrado de forma emocionante Alfredo Martínez en Radioestadio.
