'El Faro de Vigo' ha desvelado los detalles del distanciamiento entre Berizzo y Orellana. Su relación no ha sido la mejor y la actitud del jugador en los últimos meses, quejándose de las pocas vacaciones que tendría en Navidad (una semana) fue la gota que colmó el vaso.
Orellana recibió el alta médica la semana pasada, lejos de los plazos que había establecido el técnico, que quiso hablar con él antes del siguiente partido del Celta de Vigo. Acabó un entrenamiento, le dijo a Bonano que citase a Orellana en su despacho y la respuesta del jugador no pudo ser más clara.
"Que se vaya a cagar, no voy". Esta respuesta de Orellana a Bonano fue la que acabó de dinamitar la relación entre jugador y entrenador, un entrenador que decidió apartarle del equipo y que reveló en rueda de prensa que Orellana "no pidió perdón ni falta que hace".