El Espanyol derrotó al Valladolid en el RCDE Stadium con un gol de Joselu en el minuto 79, su séptimo tanto esta temporada, que rompió un duelo anodino y que sirvió para que el anfitrión firmara su primera victoria en casa.
El triunfo supone un balón de oxígeno de los periquitos, con urgencias tras un inicio de curso excesivamente gris, y acerca a las posiciones de descenso al conjunto visitante, que atesora ocho puntos en la clasificación.
Los primeros avisos del Valladolid fueron tiros lejanos, sin causar grandes amenazas a Lecomte, que repetía por segunda vez seguida bajo palos. En el minuto 18 llegó el primer gran susto por parte del anfitrión, que pidió manos de Feddal en el área, algo en lo que no coincidió Mateu Lahoz.
Los engranajes de los catalanes se afinaban a medida que avanzaba el choque: Joselu y Puado, juntos en punta, buscaban el primero con insistencia. Darder también estaba inspirado. Los de Pacheta, en cambio, habían perdido la frescura y el control del juego inicial y apenas entraban en los dominios del cuadro local.
De todos modos, en el 40 el Valladolid firmó una contra demoledora. Sergio León, tras una carrera en solitario e incomodado por Calero en la marca, disparó el balón, que desvió Lecomte a saque de esquina. En los últimos instantes de la primera mitad, el Espanyol pisó con fuerza, pero sin éxito, el área rival.
En la reanudación, Pacheta movió rápido el banquillo para afinar la pólvora del equipo. Diego Martínez esperó hasta el 71 para hacer los primeros cambios. El equilibrio no se rompía. El Espanyol no presentaba grandes fisuras, su portero respondía con seguridad y el Valladolid tampoco le inquietaba.
Ambos equipos minimizaban los riesgos en un duelo medido y pausado. Los sustos en las áreas era escasos, pero el hambre de Joselu se impuso. En el 79, el delantero, que ya tuvo una ocasión muy clara en la anterior jugada, firmó su séptimo gol del curso al rematar de cabeza un centro de Brian Oliván.
En la siguiente acción, con el Valladolid 'grogui', Puado aprovechó un error defensivo para picar por encima de Masip, pero el balón se estrelló en el palo. El Espanyol aprendió la lección de otros encuentros, mantuvo la tensión hasta el pitido final y no dejó escapar los tres puntos.