Pese a que los blanquiazules se fueron crecidos al descanso con el tanto de su máximo realizador, los de Baraja se sobrepusieron a lo grande. No hubo reacción de los locales, que podían salir de la zona de descenso en caso de victoria, ni tampoco remató el trabajo el conjunto visitante, que sigue colista. Los catalanes se acercaron a los cuatro minutos al área de Dimitrievski e incluso reclamaron penalti por una caída de Cheddira en el área, pero la jugada estaba anulada por fuera de juego. Los blanquiazules presionaban la salida del balón con acierto y el Valencia no estaba cómodo.
El primer acercamiento con peligro de los de Baraja se produjo pasados los 13 minutos, pero su disparo no fue entre los tres palos. Poco a poco, el duelo incrementó sus revoluciones y contó con numerosas alternativas para ambos conjuntos. Puado mandó el balón al larguero en el 21 y Diego López le copió en el 34. Tras este serio aviso del Valencia, el Espanyol se volcó en ataque. La insistencia local acabó en varios saques de esquina y, finalmente, el premio a Puado. El catalán superó a su marca y conectó de cabeza un centro de Antoniu Roca para batir al portero Dimitrievski, que poco pudo hacer contra el 1-0.
El Valencia no bajó los brazos y estuvo cerca de empatar, pero Joan García leyó bien las intenciones de Dani Gómez y evitó el mazazo antes de irse a los vestuarios. También Tárrega cayó en el área, pero el colegiado no señaló pena máxima. La alegría, en cualquier caso, le duró muy poco al anfitrión. Justo en la reanudación, los de Baraja firmaron el 1-1. Diego López, en el 47, remató con contundencia un pase de Barrenechea, que había recibido el balón tras una gran jugada de Fran Pérez, autor de medio gol en el RCDE Stadium. En la siguiente acción, el colegiado anuló un gol de Jofre Carreras por fuera de juego.
Un jarro de agua fría para el Espanyol y un impulso para el Valencia. Pese al mazazo, los de Manolo González mantuvieron la compostura y presionaron con criterio. El cuadro visitante calibraba más los riesgos y tenía ciertas dificultades para salir con el balón controlado desde atrás. Los blanquiazules, de todos modos, tampoco creaban ocasiones con claridad. Sus centros no tenían el peligro de los primeros 45 minutos y la defensa rival no cometía imprecisiones. De hecho, el cuadro periquito fue bajando el listón y cedió algunos sustos, como un remate de Canós y otro de Sergi Gómez en el 74. Más serio fue el gol anulado por fuera de juego a Diego López a pocos minutos para el final. El Valencia acabó mandando en el último tramo del partido en el RCDE Stadium contra un Espanyol sin brújula, aunque no tuvo la contundencia suficiente para decantar el marcador a su favor.