El internacional danés Christian Eriksen, que permanece hospitalizado tras sufrir un colapso el sábado en el Dinamarca-Finlandia de la Eurocopa, asegura que se encuentra "bien" y se muestra agradecido por las numerosas muestras de apoyo y afecto que ha recibido.
Su primer mensaje para la afición danesa
"Estoy bien, dadas las circunstancias. Todavía tengo que pasar algunos exámenes en el hospital, pero me encuentro bien", señaló en un mensaje en su cuenta en Instagram, difundido también en la cuenta oficial de la Federación Danesa (DBU) en Twitter.
Agradecimiento infinito
El "diez" de Dinamarca dio las gracias por los "dulces e increíbles" mensajes que le han llegado desde todos los rincones del mundo ya que significan "mucho" para él y para su familia.
"Ahora seré hincha de los chicos del equipo danés en los siguientes partidos. Jugad por toda Dinamarca", concluye su mensaje.
Eriksen sufrió un desvanecimiento en el minuto 43 del partido que su selección disputaba ante Finlandia en la Eurocopa 2020. Los médicos desconocen aún las causas de este incidente que pudo costarle la vida. De hecho, estuvo clínicamente muerto durante un tiempo tras sufrir un paro cardíaco, hasta que fue reanimado con un desfibrilador, como han confirmado los médicos de la selección danesa.
La imposición de UEFA
El encuentro fue suspendido inicialmente por la UEFA, pero se reanudó casi dos horas después tras comprobar sus compañeros que Eriksen se encontraba en buenas condiciones.
El técnico y los jugadores daneses han criticado que la UEFA solo les diera dos opciones -o reanudar el partido ese día o hacerlo al siguiente- y han lamentado que los obligaran a jugar cuando no estaban en condiciones de hacerlo.
Finlandia, debutante la fase final de un gran torneo internacional, se llevó el triunfo por 0-1 contra todo pronóstico.
El máximo órgano del fútbol europeo ha respondido a estas críticas asegurando que trató "con el máximo respecto" la situación generada tras el desvanecimiento de Eriksen, y que el partido se reanudó "solo después de que los dos equipos pidieran terminarlo esa misma tarde". "La necesidad de los jugadores de 48 horas de descanso entre partidos eliminó otras opciones", señala la UEFA.