La flexibilidad del internacional francés del Atlético de Madrid, en una versión reducida en este torneo, a distancia del jugador total de los últimos tiempos con su equipo nacional y con su club, pero también la posibilidad latente de una suplencia, como ya sucedió en el duelo de la tercera jornada ante Polonia, da variadas opciones. Porque Griezmann puede jugar por el medio, como lo hizo en la primera jornada ante Austria (de hecho, en la relación oficial facilitada por la Federación Francesa de Fútbol a la UEFA para la Eurocopa figura como centrocampista), aunque esa opción parece descartada ahora; reafirmada como está la linea de tres de Rabiot, Aurelien Tchouameni y N'Golo Kanté. Incluso ante Portugal, incluyó a Camavinga por Rabiot, sancionado. Un medio. No Griezmann, que jugó más adelante.
Ese cambio al revés -el regreso de Rabiot y la suplencia de Camavinga- se espera ahora en esa sector tan poderoso en el esquema de Francia y Deschamps, con lo que el sitio de Griezmann deberá estar más arriba, bien como media punta, con el cambio de sistema del técnico que planteó ante Portugal, con Kolo Muani y Mbappé entonces por delante; o bien por la derecha, como lo alineó ante Portugal, con Marcus Thuram y Mbappé a su lado; o bien en el banquillo, aunque es la opción menos probable. Antes, en el segundo encuentro contra Países Bajos, con un empate sin goles y dos ocasiones falladas por 'El Principito', ocupó una posición en el ataque, como reemplazo de Mbappé, y fue suplente contra Polonia, en una decisión táctica, según expresó el propio Deschamps, que lo relegó a la reserva por primera vez en un año y medio, desde la última jornada de la primera fase del Mundial de Qatar 2022, el 30 de noviembre de ese año.
Ahora, el puesto de Griezmann, incluso una suplencia, marca la entrada o no a la alineación inicial de Ousmane Dembele, resurgido con los 53 minutos disputados contra Portugal, pero reserva hasta ahora en los dos encuentros de las eliminatorias de Francia. Fue elegido el mejor del choque ante el conjunto luso. No es suplente en tres partidos seguidos desde hace casi dos años, desde septiembre de 2022, cuando encadenó siete, aún sin la dimensión que había alcanzado ahora ni en su club, el París Saint Germain, ni en la selección. Si entra será por la derecha, por Griezmann... O por Randal Kolo Muani o Marcus Thuram, que se han alternado últimamente como '9' de referencia, sin que ninguno de los dos haya tenido realmente éxito en esa demarcación.
Thuram jugó de inicio contra Austria, Países Bajos y Bélgica. No ha marcado ningún gol en doce remates, sólo dos entre los tres palos. Kolo Muani entró ante Bélgica, provocó el 1-0 en propia puerta de Jan Vertonghen y fue titular ante Portugal. Tampoco anotó. Entre esos cuatro nombres, descartado que coincidan juntos Thuram y Kolo Muani en la alineación, se mueven dos de las tres plazas de ataque ante España, con Griezmann también entre los favoritos para ocupar una de ellas y con Mbappé como un fijo, más allá de su momento, sus altibajos, la máscara o el cansancio por el que pidió el cambio a Deschamps en el descanso de la prórroga del pasado viernes frente a Portugal.
Es la decisión ante España de Deschamps, que no ha repetido ataque en todo el torneo, mientras no parece que haya ninguna duda ni en la portería, con Mike Maignan; ni en la defensa, con la linea de cuatro formada por Jules Koundé, Dayot Upamecano, William Saliba y Theo Hernández, como en cada minuto de cada partido en esta Eurocopa; ni en el medio campo, con la citada vuelta de Rabiot junto a Tchouameni y Kanté.