"En el plano mental ha sido una concentración única", asegura Luis Enrique en referencia a ese positivo de Busquets que les trastocó todos los planes. "Por hechos ajenos al fútbol, que han condicionado incluso los entrenamientos. Nunca ha sido una excusa para que la Selección justificara que no ganase".
Pese al desgaste del encuentro cree que las buenas sensaciones tras la victoria ayudarán al grupo a recuperar antes: "Hoy en el plano físico ha hecho mucho calor, hemos tenido que hacer cambios que normalmente no utilizamos por temas musculares, aunque nada importante. Con el subidón del resultado mañana recuperaremos todavía mejor".
Ya tenemos rival. Es la selección de Croacia a la que nos medimos el próximo lunes en Copenhague a las 18:00 y el seleccionador no le da mucha importancia ya que no era algo que se pudiera elegir: "Nos toca Croacia, en Copenhague, ciudad bonita. Es un equipo de alto nivel, con jugadores que conocemos, jugamos contra ellos en la Nations League hace dos años. Será complicado pero a este nivel no puedes esperar otra cosa".
La botella de cava
Ayer hablaba de que al equipo le faltaba descorchar la botella de cava, parece que tras la victoria se ha hecho: "Se ha descorchado la botella de cava, de lo cual nos alegramos mucho por la alegría dada a la afición, las familias, el staff de la Selección... A partir de aquí, a sacar otra botella de cava, a ver si la podemos descorchar".
24 jugadores empalmados
Y ha dejado una de esas frases 'made in' Luis Enrique: "Estoy encantado con el rendimiento de los 24. Para el segundo partido sólo hice un cambio, pero hay veces que hay una especie de bloqueo, como que cuesta, y a veces agitando el avispero... Ahora tengo a los 24 empalmados y con ganas de jugar. Tiene sus riesgos, pero cuando sale bien es positivo".