EUROPA LEAGUE | Ludogorets 0-1 Espanyol

El Espanyol de Machín logra su primera victoria ante el Ludogorets con gol de Campuzano

El Espanyol firmó este jueves en Bulgaria un importante triunfo contra el Ludogorets en la Liga Europa, el primero de la era Pablo Machín, y se coloca líder del Grupo H de la competición continental gracias a un gol tempranero de Campuzano.

ondacero.es

Madrid |

Campuzano celebra su gol al Ludogorets. | EFE

Los catalanes tardaron trece minutos en adelantarse en Bulgaria. Campuzano aprovechó un cabezazo largo de Lluís López desde el centro del campo para dar un toque al balón y superar a Iliev. El atacante, siempre sereno y rápido en la definición, firmó así la primera diana de la etapa Pablo Machín.

El Ludogorets intentó reaccionar con los destellos de calidad de Wanderson, aunque no lograba tiros claros. Los catalanes, por su parte, mantenían la intensidad y las revoluciones en tareas ofensivas. Los centros de banda eran cada vez más numerosos y la circulación del balón muy fluida.

Los avisos del Espanyol crecían: de nuevo Campuzano y Wu Lei. El anfitrión no controlaba el partido. Sus acercamientos más peligrosos llegaron en el tramo final del primer tiempo, con un libre directo tras una falta sobre Tchibota en el minuto 43. Marcelinho resbaló en el disparo y Diego López no tuvo problemas en atrapar el balón.

En la reanudación, los blanquiazules mantuvieron la seguridad defensiva y siguieron acercándose al área rival con criterio. El Ludogorets no parecía tener argumentos para inquietar a Diego López, muy tranquilo bajo palos. A partir del 60, el técnico local, Genchev, empezó a mover el banquillo.

Machín también cambió su once y dio entrada a Vargas, que incrementó el ritmo arriba. Los pericos no tenían intención de replegarse atrás y especular con su escueta ventaja. De hecho, Campuzano estuvo muy cerca de firmar el segundo de la tarde tras un centro lateral de Granero en el 70.

La ocasión más peligrosa del Ludogorets llegó justo después, con un disparo cruzado de Nedyalkov. Fue lo más cerca que estuvo el cuadro búlgaro del empate, ya que prácticamente el resto de ocasiones se diluían al llegar al área blanquiazul. En cualquier caso, el Espanyol tenía el control del encuentro.

En los últimos compases del choque, los de Machín limitaron sus riesgos y el anfitrión se acercó más de lo habitual. El Ludogorets iba con todo y provocó nervios en el conjunto visitante. Javi López vio la segunda amarilla en el 88, aunque esto no evitó que los tres puntos se fueran a Barcelona.