La deuda tributaria ha sido cobrada por la Agencia Tributaria mediante embargo, ascendiendo finalmente a un total de 1.217. 958,24 euros, un recargo de apremio de 243.593,71 euros y 47.298,10 por intereses. El representante del Ministerio imputa al acusado dos delitos contra la Hacienda Pública y le reclama dos penas de multa que ascienden a un total de 3.186.237 euros, según consta en el escrito de acusación, al que tuvo acceso Europa Press. Será juzgado el próximo miércoles en la Audiencia Provincial de Madrid.
El fiscal considera que a pesar de que confirmó su condición de residente en España a efectos fiscales, y de que reflejó que su domicilio estaba en Madrid, solo consignó en sus declaraciones de la renta las retribuciones de trabajo personal percibidas del Real Madrid y omitió el rendimiento correspondiente a la explotación de sus derechos de imagen que ficticiamente pretendía haber cedido a otras entidades. El escrito de acusación recuerda que el 4 de julio de 2013, el acusado firmó un contrato de trabajo de deportista profesional como entrenador del Real Madrid para el periodo comprendido entre el 5 de julio de 2013 y el 30 de junio de 2016, "fijándose y especificándose en su remuneración para ese periodo, además de unos rendimientos del trabajo, unos rendimientos derivados de la cesión de los derechos de imagen al club".
A partir del mes de julio de 2013, el acusado pasó a trabajar y residir en España, fijando su domicilio y residencia habitual en Madrid, si bien cesó de forma anticipada su relación profesional con el club el día 25 de mayo de 2015. No obstante, desde su llegada a España hasta aproximadamente el mes de octubre del año 2015, dispuso de dicha vivienda arrendada, siendo ese mismo año España "su centro principal de relaciones personales e intereses económicos y profesionales". De hecho, obtuvo 14.867.622,25 euros del Real Madrid sólo en concepto de rendimientos del trabajo, "debiendo por tanto tributar por su renta universal en nuestro país también en este ejercicio 2015".
La Fiscalía sostiene que el acusado, con el fin de eludir la tributación por los rendimientos de dichos derechos de imagen que recibía del club o de otras marcas por participar en algunos eventos, acudió para canalizar el cobro de dichos derechos "a un complejo y confuso entramado de fideicomisos y sociedades interpuestas". Así, simuló la cesión de sus derechos de imagen a entidades "carentes de actividad real y de capacidad de explotación," y que estaban domiciliadas fuera de España, "persiguiendo así la opacidad de cara a la Hacienda Pública española y la ocultación del beneficiario real de los rendimientos procedentes de la explotación de sus derechos de imagen".