El fútbol sala en su situación más crítica en 40 años tras el retorno de la RFEF como organizadora de la competición
"La gente del fútbol sala no somos ni más listos ni más tontos que los del resto de deportes y no tenemos que ir a la RFEF para que nos organicen". Ese era el lema de Germán Rodríguez Conchado, el hombre que, aprovechando el silencio administrativo de un CSD más preocupado por figurar, obró el milagro de crear en 1982 la Federación Española de Fútbol Sala provocando la ira del por aquel entonces presidente de la RFEF (Real Federación Española de Fútbol), Pablo Porta, quién dejó una perla para la historia: "Aprobar la creación de la Federación Española de Fútbol Sala es como permitir la instalación de un burdel en la puerta de un colegio".
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Madrid |
Aquella Federación no cuajó pero sirvió para que la familia del futsal se diera cuenta que su única opción de crecer era ir todos de la mano y libres. En ese camino surgió en 1989 la Liga Nacional de Fútbol Sala (LNFS) empezando una gran escalada en el escalafón del deporte español.
Sin embargo, la tranquilidad de la LNFS se truncó el pasado mes de octubre, con la temporada (19/20) ya empezada, cuando la RFEF decidió dar el paso de recuperar la función de organizadora de la competición.
Nada hubiera sido anormal si esa llegada de la RFEF hubiera sido desde el consenso, pero ha llegado forzada y creando una división que lleva a los más veteranos a recordar aquella fractura de hace 40 años.
LA NUEVA POLÍTICA DE LA RFEF
Desde la llegada en 2018 de Luis Rubiales a la presidencia, la política de la RFEF ha pasado a ser más intervencionista. Su posición ha sido la de ejercer de maestro de ceremonias en todas las competiciones a su alcance y eso ha supuesto arrebatar la condición de organizadores a las patronales del fútbol femenino y fútbol sala.
“No entendemos que pretenden. Están destruyendo el trabajo de 30 años. Han entrado sin contemplaciones a arrebatar a la familia del fútbol sala su Liga, una competición que empezó desde cero y en la que, con nuestras diferencias, siempre hemos sabido convivir y crecer. Cuando ya tenemos televisión que paga, patrocinios, prestigio social, competiciones con solera… han decidido quitarnos de en medio y no lo vamos a permitir”, te transmiten desde clubes opuestos a este movimiento que consideran un “abuso de poder” de una federación desde la que alguna voz sigilosa y prudente te dice que “no entendiendo que se nos ha perdido en el fútbol sala. Esta situación solo nos está generando situaciones incómodas”.
LOS 12 ASAMBLEÍSTAS DEL FÚTBOL SALA
Cuando preguntas por ese interés repentino en controlar el futsal, algunos viejos rockeros de la RFEF te explican que “todo tiene como único fin el control absoluto de la asamblea y por extensión de las elecciones. Se trata de tejer una red que permita a los que mandan mantenerse en el poder”.
El fútbol sala aporta a la Asamblea de la Federación 12 miembros con derecho a voto en las elecciones (5 clubes, 4 jugadores, 2 entrenadores y 1 árbitro). En la elección de estos miembros se vuelve a detectar el ya habitual clientelismo que incita el sistema electoral federativo instaurado en España.
Como ocurre en otros estamentos y otras federaciones, en la RFEF es algo instaurado desde tiempos inmemoriales ver a asalariados federativos, directos o indirectos, ejerciendo el voto o influyendo para que otros lo hagan en favor de un poder establecido.
Es recurrente en el tiempo que cada vez que llegan los procesos electorales, los medios de comunicación recibamos denuncias sobre la labor que ejercen en la búsqueda de voto para el poder establecido que realizan algunos seleccionadores. El fútbol sala no se escapa y su seleccionador Federico Vidal ejerce de asambleísta y también trata de influir a otros votantes según han asegurado a Onda Cero fuentes conocedoras de los hechos que te añaden que es el mismo modus operandi con el que su jefe, el anterior seleccionador y ahora Director Deportivo, José Venancio López se ganaba el beneplácito de Ángel María Villar. “No te olvides que en las federaciones los seleccionadores tienen que ser también políticos”, me explica alguien con muchos años trabajados en el entorno federativo.
Muchos culpan de esta situación al CSD. “Deberían tomar nota y cortar por lo sano de la cantidad de empleados que tienen voto o influencia en unas elecciones federativas. ¿Quién va a negar el apoyo al que te paga?” te dicen personas muy conocedoras de unos procesos que, siendo muy generosos, califican de ´viciados´.
A todo esto se suma en el fútbol la inexistencia de una limitación de mandatos que UEFA y FIFA instauraron tras el famoso caso de corrupción conocido internacionalmente como ´FIFAGate´ pero que Luis Rubiales no ha considerado como una línea a seguir, lo que contrasta con que la RFEF acuda a esas instituciones para protegerse en otros litigios.
DERECHOS AUDIOVISUALES
El otro punto de choque entre la LNFS y la RFEF llega en la explotación comercial y audiovisual. Todos los clubes vendieron hace dos años a LaLiga sus derechos audiovisuales hasta 2023 por los que perciben una media de un millón de euros anuales para que la competición sea retransmitida por LaLiga Sports TV y por el canal del Grupo Mediapro, GOL TV. Otra vez aparecen los mismos nombres: Tebas y Roures en un lado y Rubiales en el otro.
En esa batalla la Federación pretende ahora que los ocho clubes que se han puesto de su lado (Inter, Peñíscola, Jaén y Burela de primera, y Móstoles, Talavera, Mengíbar y Alzira, de segunda división) puedan comercializar esos derechos que tienen firmados desde 2018 con LaLiga. Parece que los juzgados serán una vez más los que decidan.
EL PROTOCOLO Y EL CALENDARIO
Esta semana la RFEF ha puesto sobre la mesa de los clubes la segunda fecha de arranque de la competición en poco más de un mes. La primera, el 5 septiembre, ya no será posible, la segunda el 18 de octubre o, si se ponen de acuerdo todos los clubes, el 4 del mismo mes.
Pero la fecha no será el último escollo, el CSD está a punto de sacar su protocolo unificado pero ¿quién lo va a costear? De momento, en la reunión de clubes, el secretario de la RFEF tuvo que reconocer ante un club modesto de segunda, que otras federaciones habían estado más rápidas que el fútbol a la hora de trabajar en un protocolo.
PROFESIONAL vs PROFESIONALIZADOS
Al igual que el fútbol femenino, el futsal reclama tener una liga profesional y así se lo volverán a reiterar este viernes al Director General de Deportes, Joaquín de Aristegui, en una reunión a la que acudirá el presidente de la LNFS, Javier Lozano.
La RFEF también ha puesto al fútbol sala el apellido *profesionalizado”, pero a efectos prácticos siguen en la lista de los mal llamados NO profesionales, a pesar de que futbolistas o entrenadores llegan a percibir sueldos de hasta seis dígitos.
La patata caliente la tiene la presidenta del CSD, Irene Lozano, y en ultima instancia el ministro José Manuel Rodríguez Uribes, pero hay algo que parece claro: la bicefalia federación – ligas no está funcionando en ningún deporte.