La selección de Gales, semifinalista en la última Eurocopa, se dejó este domingo dos puntos de oro en su camino al Mundial de Rusia 2018 después de no poder pasar del empate en casa con la débil Georgia (1-1).
Pese al tanto inicial del madridista Gareth Bale, nuevamente el mejor de los suyos, los 'Dragones' siguieron con su maldición frente a Georgia, número 137 en el ránking FIFA y con la que habían caído en sus tres enfrentamientos anteriores.
Después del empate cosechado el pasado jueves en Viena con Austria (2-2), los de Chris Coleman necesitaban un triunfo en casa ante uno de los rivales más débiles del grupo para seguir comandando la clasificación y evitar problemas a largo plazo.
El técnico local presentó un once con sólo una novedad con respecto al que se llevó un punto de Austria: la incursión de David Edwards en el centro del campo en lugar del lesionado Joe Allen. Por su parte, en los georgianos jugaron los mismos once futbolistas que cayeron 1-0 a manos de Irlanda en el último encuentro.
Bale abrió la lata
Sabía Gales de la importancia de llevarse los tres puntos y arrancó el partido al ataque, buscando con insistencia la portería del hoy acertado Giorgi Loria. A los seis minutos, Bale rozó el primero de la tarde, pero le faltaron escasos centímetros para llegar a un centro desde la derecha de Andy King.
Perdonó la primera el futbolista del Real Madrid, pero no la segunda: tres minutos después, el '11' soltó un cabezazo imperial tras un saque de esquina de Joe Ledley para subir el 1-0 al marcador del Cardiff City Stadium y elevar a 25 su cuenta anotadora con su país.
Hubo que esperar más de media hora para presenciar el primer acercamiento con peligro de los georgianos; una falta desde la media luna del área botada por Ananidze que el portero Hennessey despejó con una magnífica estirada. Los de Vladimir Weiss no le perdieron la cara al partido y se animaron en la segunda mitad.
Empate agridulce
Así, en el 57, Okriashvili se aprovechó de la pasividad de la zaga para anotar el tanto del empate y silenciar el coliseo galés. El futbolista del Krasnodar se adelantó a la defensa y picó un cabezazo al palo largo de un Hennessey vencido para subir el 1-1 al luminoso del estadio.
Aprovechó Coleman para dar entrada a Hal Robson-Kanu y a David Cotterill con la intención de refrescar el centro del campo y el ataque y buscar el tanto de la victoria. Sin embargo, los que más se acercaron al segundo gol fueron los visitantes, pero primero un acertado Hennessey y luego el travesaño tras un disparo de Kazaishvili evitaron una mayor sorpresa.
Pese a las embestidas de los de Coleman en los minutos finales, el marcador no se volvió a mover y Gales se tuvo que conformar con un punto que, a falta de los encuentros entre Moldavia e Irlanda y Serbia y Austria, los mantiene en lo más alto del grupo D.