El Girona FC logró tres años después el retorno a la Liga Santander tras ganar en el Heliodoro Rodríguez López a un somnoliento CD Tenerife que, casi que en ninguna fase del encuentro, pudo contener la mayor ambición visitante, que venció por tres goles a uno.
El conjunto visitante rompió su maleficio en las fases de promoción en las que nunca había logrado su objetivo. El ascenso, además, reafirma a su técnico, Michel que consiguió subir a la primera división por tercera vez en su carrera y con tres equipos distintos. Con el Rayo Vallecano y el Huesca también lo logró.
Al Tenerife le bastaba con el empate. Al Girona no le servía que otra cosa que la victoria después del empate resultado en el encuentro de ida. Esta situación fue evidente desde el principio. El equipo visitante se mostró mucho más ambicioso que el isleño.
Esta mayor codicia catalana propició un clara superioridad en el manejo del balón, con reiteradas aproximaciones al marco local, pero sin engarzar ninguna jugada lo bastante comprometida como para poner en peligro el marco custodiado por Soriano, al menos en la primera hora de juego.
Justo transcurrido este periodo de tiempo el Tenerife pudo librarse de la presión a la que le tenía sometido su rival, produciéndose, además, su primera llegada al área rival, con un raso disparo de Mario, que ligeramente escorado a la derecha, envío el balón a las manos de Juan Carlos.
A renglón seguido fue Aleix García, en la otra portería, el que también tanteó las habilidades de Soriano, pero el meta respondió sin dificultades ante el lanzamiento desde fuera del área del atacante catalán, mientras que instantes después fue Samu Saiz desde la misma posición el que sí puso en apuros al cancerbero.
Pero todo experimentó un radical vuelco, al menos para la hueste local, en la recta final de este periodo, un lanzamiento lejano de Juanpe lo desvío con la mano el defensor local Sergio González,jugada que acabó con el balón en el punto de penalti, y que Stuani se responsabilizó de su lanzamiento para adelantar así a su equipo.
De esta manera, y con un Girona mucho más resolutivo, tanto sobre el terreno de juego como en el marcador, concluyó la primera parte,para reanudarse el juego un cuarto de hora más tarde en un contexto idéntico casi que al inicial, al menos en la tenencia del balón,hasta que, poco a poco, el Tenerife despertó de su letargo.
Un lanzamiento de Aitor Sanz desde fuera del área (m.53) que detuvo Juan Carlos con seguridad fue el inicio de una esperanzadora fase, con otro remate de cabeza de Carlos Ruiz, que se fue fuera, hicieron albergar la esperanza de la remontada.
Este cabezazo pareció un claro presagio de la siguiente jugada, puesto que el mismo jugador y también de cabeza, esta vez en el segundo palo (m.59), empató el encuentro al rematar a gol un centro de Alexandre desde la banda derecha.
Pero todo experimentó de nuevo un radical vuelco cuando un centro de Alex Baena lo intentó despejar José León (m.68), pero el balón tomó la dirección de la red de Soriano y ante su desesperado intento de interceptar su trayectoria sólo pudo ver como finalmente entraba.
Ya todo para el equipo canario se convirtió casi que en un espejismo, puesto que nuevamente no sólo se veía con un marcador adverso sino también superado por un rival mucho más cualificado y, sobre todo, inteligente, que tuvo tiempo aún para marcar un nuevo tanto.
Esta vez fue Arnau el que aprovechó un despiste de la zaga local para rematar a gol en el segundo palo un centro desde la izquierda de Aleix García, tanto que no sólo sentenció a la hueste canaria sino que, además, certificó el ascenso a la máxima categoría del cuadro gerundense.