El Arsenal selló este miércoles la tercera posición en la fase liga de la Liga de Campeones al ganar por 1-2 en Montilivi en el partido que supuso el punto final a la histórica aventura europea del Girona, equipo de Segunda División hace sólo tres años.
El equipo de Mikel Arteta, segundo clasificado de la Premier League, despidió la fase liga de la 'Champions' con un balance de seis victorias, un empate en la primera jornada con el Atalanta y apenas una derrota, por 1-0 ante el Inter, antes de recibir al Manchester City. Con 19 puntos sólo le han superado en la tabla el Liverpool (21) y el Barcelona (19).
El Arsenal ganó con goles de Jorginho de penalti y el adolescente Ethan Nwaneri tras el tanto inicial del local Arnaut Danjuma. El Girona, que ya afrontaba el partido eliminado, enlazó cuatro derrotas por primera vez esta temporada. Tres de los cuatro tropiezos han sido por remontada.
El Girona buscaba cerrar su primera aventura en la máxima competición continental con una victoria de prestigio ante un club histórico, después de tutear a otros transatlánticos como el PSG (1-0), al Liverpool (0-1) y el Milan (1-0), siete días atrás en San Siro, y pudo adelantarse nada más empezar: Yáser Asprilla estuvo a punto de sacar petróleo de un grave error del exazulgrana Neto Murara, poco seguro en su estreno 'gunner'.
Pero el Arsenal pronto se adueñó del balón y empezó a arrinconar a su rival y a inquietar. Raheem Sterling y Leandro Trossard fueron los primeros en rozar el gol y en el minuto 12 el colegiado invalidó un gol de Riccardo Calafiori por un fuera de juego claro.
El conjunto de Arteta combinaba con facilidad más allá de tres partos de campo, pero el Girona se defendía bien a pesar de las ausencia de peso por lesión en su retaguardia. Debutó en Champions el canterano Antal Yaakobishvili, en un once en el que Montilivi echó de menos a su leyenda: Cristhian Stuani.
Parecía que tarde o temprano caería el gol visitante, pero fue local: antes de la media hora Juanpe Ramírez, único superviviente de los dos ascensos del Girona a Primera (2017 y 2022) envió un gran pase a la espalda de la zaga y Danjuma desató la alegría. Superó la salida desesperada y dubitativa de Neto al primer toque, desde muy lejos.
Fue el primer gol en jugada en contra para el Arsenal en la presente Liga de Campeones. Y puso fin a una racha de más de 400 minutos sin ver portería en Europa.
El equipo de Míchel fue valiente y pudo doblar su ventaja después con dos rápidos contragolpes que acabaron en las botas de Danjuma, muy activo, pero despertó cuando la gesta se había convertido en una posibilidad real. Thomas Partey cayó en el área ante Arnau Martínez y el árbitro pitó penalti.
Pau López, en el seguramente ya fue su último partido como rojiblanco porque su salida se da por hecha, acertó la dirección del disparo de Jorginho, una de las siete novedades en el once londinense, pero por centímetros no llegó a desviarlo. El 1-1 cayó en el minuto 38 y el 1-2, en el 42, obra de Nwaneri.
La joven perla 'gunner', aún menor de edad, recibió en el balcón del área y batió al portero local con un precioso disparo al palo largo. Y pudo ser peor para el Girona porque antes del descanso el larguero rechazó un chut de Trossard.
La dinámica ascendente del Arsenal se confirmó después del paso por vestuarios con más ocasiones muy claras de gol y continuó la exhibición de Nwaneri, desatado. Persiguió su doblete con un peligroso disparo desde fuera del área.
Míchel recurrió a Stuani antes de la hora de encuentro para revolucionar el juego de su equipo, de nuevo demasiado plano e inofensivo más allá de las cabalgatas de Danjuma por la banda izquierda. Antes de los 70 minutos ya había agotado sus cinco cambios, ante un Arsenal que intentaba dormir el partido.
El partido parecía resuelto, pero el Girona aún lamentó un nuevo giro de mala suerte en esta competición, tras cuatro autogoles, dos penaltis fallados, goles anulados por centímetros y ocasiones clamorosas desperdiciadas: Stuani marcó su primer gol en la Liga de Campeones, tan deseado, tan celebrado, pero anulado por fuera de juego de Portu.
En el añadido López firmó una gran estirada para negarle el gol a Sterling en un penalti por mano de Alejandro Francés.
El Girona se despidió con una única victoria en ocho partidos, ante el Slovan Bratislava, pero con el orgullo eterno de haber conquistado Europa.