Montilivi, estadio de Primera Catalana hace 25 años y de Segunda División en 2022, celebró este martes la primera victoria de la historia del Girona en la Liga de Campeones, con dos goles de Miguel Gutiérrez y Juanpe Ramírez que decantaron el duelo de la tercera jornada de la fase liga contra el Slovan Bratislava eslovaco a favor del equipo de Míchel Sánchez.
El cuadro rojiblanco, con nueve lesionados y apenas 13 nombres del primer equipo, se rebeló contra la plaga de bajas y su mala dinámica e impuso la lógica ante el Slovan, que había caído ante el Celtic Glasgow (5-1) y el Manchester City (0-4) en las dos primeras jornadas.
Fue una victoria balsámica y esperanzadora para el conjunto de Montilivi, después de lograr un único triunfo en los ocho partidos anteriores.
El Girona pisó el verde con la certeza de que, como había dicho Míchel en la víspera, debía ganar sí o sí para mantener vivas las opciones de acceder a la siguiente fase después de empezar con dos derrotas, ante el Paris Saint-Germain (1-0) y el Feyenoord (2-3), y sabiendo que las últimas tres jornadas serán contra el Liverpool, el Milan y el Arsenal. Y dominó el partido desde el inicio.
Superó el 70% de posesión en la primera mitad: el Girona atacaba como un equipo de balonmano y encadenaba pases mientras buscaba algún agujero en la zaga rival, mientras el Slovan aguardaba sus opciones de salir de su mitad para contragolpear. Apenas logró hacerlo.
Era un monólogo absoluto del equipo de Míchel, pero faltaba acierto en el último pase y también en el disparo. Lo probaron Yangel Herrera y Cristhian Stuani, pero sus chuts se estrellaron en defensas rivales. Y la frustración fue mayor cuando cayó lesionado Iván Martín.
El técnico madrileño dio entrada a Bojan Miovski y dibujó un 4-4-2 con Arnau Martínez, lateral reubicado primero a mediocentro y después a extremo por la dura plaga de lesiones. Solo tiene un extremo sano, Arnaut Danjuma, pero el holandés está comenzando a brillar.
En el minuto 42 encendió Montilivi con la enésima cabalgada por la banda izquierda y envió un pase de la muerte al área para que Miguel, una noche más omnipresente, celebrara el 1-0. El tercer gol de la historia del Girona en la Champions.
El gol hizo ventaja, aunque minutos antes el panameño César Blackman había tenido el gol en sus pies con un disparo alto.
Después del descanso continuó la exhibición de velocidad a cargo de Danjuma, silbado por parte de la hinchada hace unas semanas y muy aplaudido últimamente por su entrega. Se fue de dos zagueros y disparó a las manos de Dominik Takac.
Acto seguido el portero eslovaco voló para repeler un cabezazo a la escuadra de Miovski, cuando el normacedonio ya acariciaba su primer tanto con el Girona. Proseguía el asedio, pero los locales no hallaban la cura a la falta de gol que tanto les está penalizando este curso.
La asignatura pendiente es crear más peligro y el equipo tampoco lo logró ante el Slovan, pero en el minuto 73 consiguió el 2-0 gracias a un brillante tiro de falta desde la frontal Juanpe, el jugador que lleva más años en Girona y el único superviviente de los dos ascensos a Primera.
La lesión de Donny van de Beek agravó más si cabe la preocupante epidemia de lesiones y Stuani falló un claro penalti por manos, pero la fiesta fue completa, en parte gracias a dos paradas de mérito de Paulo Gazzaniga, y Montilivi, en lágrimas hace no tanto, acabó haciendo la ola.