Tras una primera parte equilibrada, el gol de Dani Parejo de penalti, nada más arrancar la segunda parte, desencadenó la ira del líder, que en apenas ocho minutos le dio la vuelta al marcador con un festival de juego ofensivo que destrozó la moral de su rival.
El partido tuvo un inicio eléctrico, ya que el Villarreal apenas necesitó 20 segundos para generar una clara ocasión de gol.
Baena, el jugador más destacado del equipo de Pacheta, se filtró en el área y sirvió el balón atrás para que Morales, en el área pequeña, disparara por encima del larguero con Gazzaniga vencido.
Tras el susto inicial el Girona recupera la compostura y se instala en el campo del Villarreal, al que robó el balón con posesiones larguísimas.
El partido se convirtió en una batalla táctica en la que ambos equipos pelearon por imponer su estilo de toque, aunque también encontraron recursos para responder al dominio del rival al contragolpe.
El Villarreal encontró en el perfil de Pedraza a su jugador más profundo, mientras el Girona respondió en ataque con un Sávio punzante en su costado.
Pedraza, con un balón que acabó golpeando el palo, y Yeremy Pino, ya en el ocaso del primer acto, tuvieron la oportunidad de adelantar al Villarreal.
El Girona, que fue perdiendo la iniciativa con el paso de los minutos, también tuvo sus oportunidades en una contra que no lograron culminar entre Sávio y Dovbyk y en un remate forzado de cabeza de Tsygankov que salió alto.
El Villarreal volvió a comenzar mejor la segunda parte, aunque en esta ocasión encontró premio a los dos minutos en un penalti de Miguel a Capoue que Parejo, aunque con suspense, transformó en gol.
El Girona respondió de inmediato y Dovbyk, en dos ocasiones consecutivas, rozó el empate.
Míchel movió el banquillo con la entrada de Yan Couto y Portu y el Girona se lanzó al ataque. Dovbyk, a la tercera, aprovechó un gran servicio de Sávio para marcar de cabeza el empate.
El empate envalentonó al Girona y Sávio entró en combustión. El brasileño volvió a realizar una asistencia de lujo que Eric García pasaportó a la red de cabeza.
El Villarreal, con la autoestima por los suelos, entró en pánico y el Girona entendió que era su momento para machacar.
Entre Jorgensen y el travesaño impidieron que Aleix García, con otro centro envenenado, anotara el tercero.
El conjunto de Pacheta intentó reaccionar de la mano de Pedraza e Ilias, pero fue de nuevo el Girona, ahora por medio de Stuani, el que estuvo cerca del gol tras un error de Jorgensen.
El uruguayo, con su equipo jugando a placer, volvió a rozar la sentencia con un remate de volea que se estrelló en el palo.
El Girona, a pesar de los cambios ofensivos del Villarreal, no sufrió y buscó, repleto de confianza, un tercer gol que se le resistió en varias ocasiones.