España, que comenzó el encuentro con algunas imprecisiones por los nervios, abrió el marcador pronto, a los 8 minutos, después de el travesaño repeliese un disparo lejano de Claudia Zornoza y Alba Redondo, oportunista, mandase el rebote a la red con un potente derechazo.
El tanto desactivó el buen inicio de las niponas, que habían comenzado el choque dominando y generando peligro sobre la portería de Misa Rodríguez, muy acertada para conjurar las ocasiones tempraneras de Fujino y Endo al rematar sendos centros laterales.
La portera grancanaria volvió a ser decisiva cuando, rondando la media hora, le hizo una doble parada a Tanaka, que había ganado la espalda de la defensa española, y también metió los puños tras un remate de Minami en una acción de estrategia de las asiáticas, que llegaban poco pero lo hacían con mucho peligro.
La segunda parte fue un ejercicio de resistencia de una selección nacional que apenas si encontraba huecos en la presión alta de Japón para salir con el balón jugado y que se limitó a defenderse de las acometidas de un rival liderado por Yui Hasegawa, jugadora del Manchester City que disparó con peligro en un par de ocasiones.