Alaveses y navarros cerraron la 27ª jornada de Liga con un choque directo entre dos conjuntos con buenas dinámicas. El Alavés comenzó bien plantado el duelo, tocando y tocando sin imprecisiones contra un Osasuna con Budimir y su máscara como referencias ofensivas.
Kike Barja, quien obtuvo su tercera titularidad en lo que va de curso, tuvo que ser sustituido por Moi Gómez en el minuto 15. Minutos antes, el canterano realizó un mal gesto con la rodilla izquierda. Se temió lo peor, pero la salida del jugador por su propio pie calmó a un Sadar que no registró, ni mucho menos, la mejor entrada de la temporada. Antes de esto, Benavídez disparó dese la frontal con sutileza hacia el palo derecho, pero David García se tiró al suelo para evitar el 0-1. Seguidamente, Sergio Herrera, repelió el cabezazo de Guridi. Se animó el duelo con ello.
David García pudo abrir el marcador tras saque de esquina. El capitán se zafó de la marca de Rafa Marín para acudir al primer palo y enviar el balón muy cerca del segundo poste con un gran remate que no entró por muy poco. Una brillante acción defensiva de Herrando sobre Samu fue reconocida por el estadio con una ovación.
A Osasuna le costaba crear peligro en la meta rival. Aimar Oroz realizó el primer disparo entre los tres palos en el minuto 40. Se buscó de manera constante las valientes cabalgadas de Areso por la derecha para un posterior centro. Budimir estuvo a punto de marcar un gol con el pecho, pero Sivera, muy acertado, la desvió a córner. Acto seguido, Samu se topó con el palo.
Doble cambio del Alavés. Entraron Kike García y Carlos Vicente para ganar en presencia en campo contrario. La tensión se instaló sobre el verde y la contienda cogió algo de ritmo. El Alavés quería volver a ganar seis jornadas después y Osasuna acumular su cuarto partido seguido sumando.
Con la movilidad de Rubén García se quiso deshacer el entramado defensivo rival. Una nueva lesión, en este caso de David García, obligó a Arrasate a realiza un nuevo cambio. Entró Unai. El ida y vuelta se instaló para disfrute de los 17.215 espectadores. Tenaglia sacaba el disparo de Budimir y Herrera cerraba el camino de Samu hacia el gol. Fue entonces cuando los locales sacaron rédito de un rápido contragolpe.
Rubén García, el mejor de su equipo, abrió para un Budimir lejos del área. El Cisne se acomodó el balón y se inventó una rosca infernal para anotar su 14 gol en Liga. El Sadar cayó rendido a un jugador que igualó a Iván Rosado con la mejor marca de un futbolista rojillo en el siglo 21 en una sola campaña en campeonato doméstico. Finalmente, Osasuna volvió a la senda del triunfo para comenzar a soñar con cotas mayores a la permanencia gracias a los 36 puntos que acumula el equipo de Arrasate.