Ver a Antoine Griezmann fallar un penalti con el Atlético es mucho más habitual que ver cómo marca desde los once metros. El francés, sin contar tandas de penaltis, tiene un porcentaje de error del 80% cuando lanza una pena máxima, y la errada ante Herrerín y el Leganés es una más de todas ellas. De hecho, el francés ha marrado cuatro lanzamientos de los cinco que ha realizado desde que ficho por los del Manzanares.
El último, ante el portero del Lega, lo tiró realmente mal. Flojo y al centro, el arquero tan solo tuvo que cambiar la dirección de su brazo e incluso habiéndose vencido ya hacia su izquierda fue capaz de detenerlo con la diestra. El rechazo, eso sí, lo cogió Fernando Torres para marcar.
No sucedió lo mismo con Diego Alves, que detuvo al galo uno de los dos penaltis que paró al Atlético en Mestalla (el segundo a Gabi). Por esas fechas, también falló otro ante Neuer en la fase de grupos de la Champions en el partido contra el Bayern.
Fue en esa competición cuando marró un penalti que muchos tendrán en su cabeza. Fue en la final, contra el Real Madrid. Pepe cometió falta sobre Torres dentro del área y el francés mandó la pena máxima al larguero en una acción que, de haber sido gol, habría sido el 1-1 en Milán para los suyos. Precisamente Keylor le detuvo en Liga otro penalti.
De hecho, los únicos penaltis que Griezmann ha marcado con un equipo de LaLiga han sido a Rulli y a Ter Stegen, en este caso en la Champions. Con la Real Sociedad también falló el único que lanzó.