El portero de Osasuna, Sergio Herrera, salvó en Mendizorroza a su equipo con varias paradas clave y José Arnáiz y Ante Budimir sentenciaron al Deportivo Alavés en un duelo correspondiente a la octava jornada de LaLiga, en el que los locales no estuvieron acertados de cara a gol y jugaron con diez toda la segunda parte.
Prácticamente sin asentarse ninguno de los dos equipos, el Alavés tuvo la primera ocasión clara a los cinco minutos de juego con una falta lateral botada por Ianis Hagi que intentó sorprender a Sergio Herrera. Fue el primer aviso en un arranque en el que los dos intentaron dominar con un juego muy similar basado en la presión y en el juego directo.
El Alavés estuvo más fino en esta faceta, mientras a Osasuna le costaba recuperar el sitio cuando perdía el balón. En cambio eran los navarros los que intentaban elaborar más sus ataques para superar a un Glorioso bien plantado en el terreno de juego.
Los locales llevaron más veneno en sus intentos con los caracoleos de Ianis Hagi, el más presente en el inicio, y las conducciones de Ander Guevara. El rumano estuvo muy cerca de lograr el primero de la tarde con un remate que se fue muy cruzado y al que tampoco llegó Kike García.
Rubén Peña fue uno de los más activos en los rojillos y el que más peligro llevó sobre la meta vitoriana por el flanco derecho, aunque no llegó a encontrar referencias claras en la zona ofensiva de un Osasuna que recibía instrucciones de Bittor Alkiza por la sanción de Jagoba Arrasate.
A los pamploneses les hacía falta poco para hacer daño. Así ocurrió a la media hora de juego con un disparo desde la frontal por parte de Iker Muñoz, que se marchó a la derecha de Antonio Sivera cuando más apretaban los albiazules.
Los locales lo intentaban al contragolpe, pero fue Osasuna el que pegó primero con un gran disparo lejano de José Arnáiz, que no pudo alcanzar el guardameta alavesista para evitar el 0-1 a los 36 minutos de juego. Seguidamente, antes del descanso, Sergio Herrera salvó dos claras del Alavés, que mereció un botín mayor en un primera mitad.
El partido cambió radicalmente tras el paso por vestuarios. Sergio Herrera volvió a salvar el empate con una gran parada a un tiro a bocajarro de Ianis Hagi y en la jugada posterior Antonio Blanco recibió la tarjeta roja al derribar a José Arnáiz, cuando encaraba a Antonio Sivera, con toda la segunda parte por delante.
Se jugó poco en la fase posterior a las expulsión entre el carrusel de cambios y los encontronazos entre varios jugadores en el terreno de juego.
Tan solo un disparo de Rubén Duarte puso en vilo a la parroquia navarra, que se desplazó en masa a Vitoria. Mientras tanto, Johan Mojica solo duraba cinco minutos en el césped y se retiraba por lesión y Sergio Herrera pedía el cambio después de ser la diana del público tras varias pérdidas de tiempo.
Con el Alavés volcado, el Osasuna solo tenía que esperar a encontrar los huecos al contragolpe y así lo hizo. Ante Budimir puso el balón para que Rubén García rematara en boca de gol en el minuto 80, pero su testarazo lo repelió el larguero.
En la recta final del duelo el Alavés acusó el esfuerzo y no logró cerrarse bien en la aproximación de su rival. Así, Ante Budimir consiguió sentenciar el choque tras una cómoda combinación del equipo navarro, que dominó en la prolongación ante diez.