"Habida cuenta de que las normas estatales y estatutarias permiten y aconsejan convocar elecciones en el primer trimestre o cuatrimestre de 2024, se considera que ésta es la alternativa idónea, debiendo desechar la convocatoria electoral para elección de Presidente en el momento actual. No obstante, dicho esto, debemos recordar que la decisión corresponde a la Comisión Gestora, que es soberana a estos efectos, pudiendo decidir entre ambas opciones", así concluía el informe que elaboró el pasado 20 de septiembre el cerebro jurídico del rubialismo, Tomás González Cueto y que ha desmontado el Tribunal Administrativo del Deporte que él siempre mantuvo, entre bambalinas, tener controlado.
Este informe al que ha tenido acceso Onda Cero se convirtió en el flotador de Pedro Rocha para mantenerse en un sillón que aseguran sus detractores que "no le corresponde de forma legítima", pero que le ha servido para mantener en su cesto a todos los territoriales que saben que con Rocha sus chiringuitos seguirán con el candado puesto.
"González Cueto ha elegido hacerse millonario a cambio de perder buena parte de su reputación", afirma sin reparos un colega dentro de la abogacía del estado que prefiere mantener su anonimato y que añade que "entre los abogados del Estado que conocemos a Tomás estamos entre defraudados y estupefactos".
Estas afirmaciones se sostienen con hechos. El abogado leonés aprovechó la cultura de nepotismo instaurada en la RFEF para colocar a su hija recién licenciada con un contrato indefinido en el departamento legal y facturó millones de euros a través de su bufete GC Legal en los cinco años de mandato de Luis Rubiales, llevando prácticamente en monopolio todas las causas del inhabilitado y posteriormente dimitido ex presidente de la RFEF. Su cuenta corriente engordaba siempre, ganará o perdiera, como le ocurrió con casi todas las demandas que desde su despacho interpusieron a periodistas críticos o a directivos que no se dejaban manejar.
Pero Pedro Rocha sí le escuchó y además le hizo caso, olvidando su discurso inicial de una transición elegante y pacífica que sirviera para limpiar la dañada imagen del fútbol español con una reestructuración absoluta de los órganos federativos.
El dirigente extremeño, elegido a dedo por Rubiales para presidir la gestora federativa, empezó a refugiarse en su buen talante y aspecto bonachón para ir poco a poco forjando una guardia pretoriana que le empezó a jalear para convencerle de que era el hombre perfecto no solo para la transición, sino para continuar al frente de una entidad que maneja un presupuesto de 400 millones de euros.
Aunque Rocha siempre hablaba de otros abogados de su confianza como Vicente Montes o Emilio Cortés, el informe de González Cueto que desvelamos en Onda Cero es explícito sobre quién ha marcado la hoja de ruta durante estos meses en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas.
En dicho informe no vinculante que pueden leer aquí en su integridad, Cueto da carta libre a que Rocha tome cualquier decisión al apuntar que "la Comisión Gestora recogida en el art. 31.8 de los Estatutos RFEF no ve limitadas sus funciones por norma estatal o estatutaria alguna", algo que el informe del TAD deja en entredicho al afirmar que su función era la de llevar a la Federación a unas elecciones con la asamblea de Rubiales, las cuales tendrán que celebrarse, casi irremediablemente, siete meses de cuando tenían que haber sido para descrédito del jurista y del presidente de la gestora.
Rocha cogió el guante de Cueto y se puso manos a la obra. Según fuentes federativas, el extremeño elevó el sueldo, en algunos casos duplicado, de su núcleo más duro que pasó a percibir salarios que superan los 200.000 euros en muchos casos.
En ese punto, ese nuevo entorno junto a sus territoriales más fieles, como las presididas por imputados en la SOULE, le convencieron al presidente de que él tenía que percibir el salario del anterior mandatario, que se entiende que con las subidas de IPC ya supera los 700.000 euros, y digo se entiende porque, en una demostración de falta de transparencia, el último salario del presidente que figura en la web federativa es del año 2021, cuando Rubiales percibió 634.518,19 € solo de sueldo.
Durante todos estos meses se ha notado como Rocha desde el silencio periodístico se ha ido creyendo presidente cesando y fichando sin ningún tipo de reparos, algo que sigue haciendo no solo con nombres públicos sino con personal anónimo que sigue entrando en una federación que se ha convertido en una gran agencia de colocación, eso sin procesos públicos de selección que se conozcan.
En todo este enjambre, en el que los barones mantienen siempre el lema de que “el próximo presidente tiene que ser uno de los nuestros”, solo Salvador Gomar se ha manifestado como alternativa a Rocha dentro de los barones.
Gomar se ha mantenido coherente desde el primer día, manteniendo que tenía que haber habido elecciones el pasado mes de septiembre, como marcan los estatutos. Ahora bien, sobre él empieza a aparecer la alargada sombra de que si finalmente da el paso de presentarse, de su mano volverían a la RFEF algunos de los más cercanos a la figura de Luis Rubiales como el ex secretario general Andreu Camps o el ex director de Integridad Miguel García Caba, algo que él ha negado de forma tajante a este medio al asegurar que será una candidatura absolutamente renovada de la era de Rubiales.
La otra gran pregunta es: ¿dónde está el Consejo Superior de Deportes?