"Es una decisión muy meditada, valorada y pensada por mí y con mi familia. Entiendo que después de 22 años aquí, sé lo que significa ser jugador de este equipo, para mí el mejor equipo del mundo. Por exigencia y siendo honesto, entiendo que mi etapa acaba este año. No podría darle lo mejor de mí en lo físico y mental", ha dicho el jugador con lágrimas en los ojos y ante una sala de prensa repleta.
En sus primeras declaraciones, el jugador aún no ha comunicado que cuando concluya la Liga (al Barça le quedan cinco partidos para finalizarla) y el Mundial de Rusia, emprenderá la aventura de la Liga china, aunque ese parece el destino final.
Visiblemente emocionado, Iniesta, que dentro de un mes cumplirá 34 años, anuncia que pone fin a 22 años de relación con el único equipo en el que ha jugado como profesional y con el que ha alcanzado 31 títulos, a la espera de que este fin de semana pueda añadir una Liga, si el Barça es capaz de sacar un punto en Riazor.