Curiosas son bastantes acciones que se dan en el deporte, pero cuesta recordar algo como lo que se ha vivido en el Burnley - Cardiff. En el duelo, de la Premier League, se mostró una de las tarjetas amarillas más increíbles de los últimos tiempos por un motivo que a saber si alguna vez se ha llegado a ver en un campo.
Y es que Ashley Barnes, del Burnley, optó por hacer algo que pocos han pensado hacer en una tangana con Joe Bennet. El delantero, lejos de enzarzarse a agarrones, dio un beso en la nariz al futbolista del Cardiff.
Mike Dean, árbitro del encuentro, sancionó la acción con tarjeta amarilla.