Isco se gustaba en el amistoso que España ganaba 4-0 y buscaba su gol cuando fue derribado con una patada que recibió a la altura de su rodilla derecha. El jugador costarricense fue amonestado mientras los internacionales españoles pidieron asistencia médica para el centrocampista malagueño que se quedó tendido en el césped.
Después de ser revisado se incorporó al partido cojeando, llevándose la mano a su muslo izquierdo y tras intentar rematar un centro, pidió el cambio para dejar su sitio a Marco Asensio y salir del césped con la ovación cerrada de la afición de La Rosaleda en pie.
En función de la evolución de Isco, que se puso hielo nada más llegar al banquillo en la zona dañada, Lopetegui decidirá si viaja a Rusia para el amistoso del martes o regresa a Madrid. El Real Madrid está pendiente de su jugador tras la nueva lesión muscular del galés Gareth Bale y con la mente puesta en el derbi madrileño del próximo sábado en el Wanda Metropolitano.