"Sé de dónde vengo. Me hace mucha ilusión cómo me ha recibido el sevillismo. Tenemos una temporada muy bonita por delante, con muchos retos y estoy muy contento de sumar", añadió el mediapunta malagueño, quien desveló su seguridad de firmar por el Sevilla al apuntar que ya tenía a sus hijos matriculados en un colegio de la ciudad desde principios de verano.
Para el jugador exmadridista, "la confianza ha sido clave para venir aquí", puesto que "un jugador siente bien dónde van a creer en el él", aunque reconoció que "alguna incertidumbre ha existido" pero que siempre ha "estado tranquilo, trabajando con toda la energía con un entrenador personal y deseando empezar".
Isco admitió que viene "de unos años sin haber podido jugar mucho, así que la ilusión y las ganas están al máximo" porque el Sevilla "es uno de los mejores sitios que hay. Es un aliciente muy importante poder demostrar el fútbol que todavía" lleva "dentro" y por eso viene "comprometido".
Baño de sevillismo en el Sánchez-Pizjuán
Unos quince mil aficionados se concentraron para recibir a Isco en su estadio como nuevo jugador del conjunto hispalense, con el que se ha comprometido por dos temporadas tras cumplir el pasado junio su contrato con el Real Madrid.
El malagueño saltó al terreno de juego ante la gran ovación de los seguidores, que llenaron la tribuna de Preferencia y una buena parte de la de Gol Norte. El exmadridista estuvo acompañado de su mujer e hijos en la zona de los banquillos del estadio, en el que los hinchas cantaron a capela el himno del Centenario.
En el acto, por los vídeomarcadores, se mostraron unos mensajes de bienvenida, como el de su nuevo entrenador, Julen Lopetegui, además de jugadores amigos con pasado sevillista como Sergio Reguilón, Pablo Sarabia o Sergio Ramos.