Javi Martínez desvela por primera vez cómo fue su 'asalto' a Lezama
El futbolista del Bayern Munich, Javi Martínez, ha hablado por primera vez sobre su fichaje por el club alemán y el famoso 'asalto' a Lezama en una entrevista concedida a 'The Players Tribune'.
Han pasado 5 años desde que Javi Martínez dejara el Athletic de Bilbao, pero aún eran muchas las incógnitas sobre su marcha al Bayern Munich y su visita nocturna a Lezama para recoger sus pertenencias antes de partir al club bávaro. Incógnitas que ha querido resolver el centrocampista en una entrevista concedida a 'The Players Tribune'.
El club rojiblanco aseguró que el futbolista había entrado de noche y sin permiso en Lezama, saltando la valla exterior de las instalaciones deportivas,para recoger sus pertenencias personales sobre las 00:15 horas y que fue reducido por el empleado de la empresa de seguridad. Javi Martínez ha querido desmentir esta información y aclarar lo sucedido cinco años después.
"Sí, es verdad, fui yo, pero casi todas las partes de esta divertida travesura están equivocadas", asegura el jugador del Bayern, que también admitió la dificultad que le supuso abandonar el club donde había pasado sus últimas seis temporadas y lo fugaz que fue todo el proceso: "No tuve tiempo de decir adiós a mis compañeros de equipo y de recoger mis pertenencias de las instalaciones"
El centrocampista afirma que pidió permiso al Athletic para presentarse en Lezama aquella tarde y recoger sus pertenencias pero la respuesta por parte del club fue negativa: “Llamé al club para organizar ir allí alrededor del mediodía, pero me dijeron que no. No me dejaron ir antes de entrenar porque pensaban que podría crear malas vibraciones”
El futbolista también ha querido desmentir algunas informaciones que circulaban el aquel momento y que, según el jugador, eran falsas, como la hora a la que acudió o su supuesta 'pelea' con el guardia de seguridad. "Alrededor de las 21:30 o más, no a las 2 a.m., fui a Lezama para recoger todas mis cosas. Llamé al timbre durante unos 15 minutos. Sabía por mis años en Lezama que había otro punto de acceso, más cerca de los vestuarios, así que me acerqué y llamé al guardia de seguridad, Iker, para que me dejara entrar.¡Iker, Iker, por favor abre!, grité. Salió, abrió y me dejó entrar. Recogí las cosas y me fui. Eso fue todo. No sucedió nada más".
"Dijeron que había ido borracho y que había peleado con el guardia de seguridad. ¡Madre mía! Alguien se inventó una buena historia", aseguró el exfutbolista del Athletic Club de Bilbao.